Poco cambio en la forma y algo, eso sí, en el fondo. Se esperaba con curiosidad por donde respiraría el nuevo secretario general de la Junta Central Fallera, José Martínez Tormo, a la hora de confeccionar su primer jurado de preselección para la corte de honor. Finalmente, no hubo sorpresa. Cinco falleros y, en todo caso, eso sí, con la presencia de algunas caras nuevas para este cometido. Ahora falta por ver si se produce ese «refrescamiento» en las caras, dentro de esa tónica de que sea el propio mundo de las fallas el que protagonice esta criba si se produce la renuncia de los presidentes del sector. Ayer, Pla del Remei-Gran Vía se lo guisó y se lo comió, pero Quatre Carreres sí que pidió un quinteto calificador.

Dos de ellas son las habituales «cortesanas» de años anteriores. Con la particularidad de que María Tomás eligió a Laura Brisa en la final de la Fonteta para 2014. Curiosamente, y eso sí que ha sido una coincidencia, son dos de las falleras más valencianoparlantes de los últimos años. Laura Brisa, debutante en estas lides, acudía pocas semanas después de haber estado a punto de ser elegida concejal por el PSPV para el ayuntamiento de Museros.

También había tres falleros aunque no se puede decir que sean totalmente «de base». Eduardo Navarro de Tena (tres años presidnete de falla y uno miembro de la JCF), Javier García, comercial del diario Superdeporte y «mano derecha» en Duque de Gaeta del presidente Marcos Soriano y la notario Juana Cuñat, seguramente la más desconocida, aunque relacionada con bastantes personas del mundo de la fiesta.

Nada ha cambiado en la dinámica de trabajo: en la sede fallera no se les dio más instrucción que la de que son ellos quienes deben elegir la forma de calificar, tanto los criterios a aplicar como el sistema de puntuación. De hecho, nada más llegar a los Jardines del Palau hicieron un aparte para acabar de ponerse de acuerdo antes de empezar unas breves entrevistas en grupos reducidos. Quatre Carreres, el sector de la fallera mayor de Valencia, Estefanía López, tiene un gran número de comisiones y, por ende, de candidatas. Un total de 27, de las que sólo sobrevivirían tres mayores y otras tantas infantiles.