El nuevo concejal de Comercio y Espacio Público del Ayunamiento de Valencia, Carlos Galiana (Compromís), mantuvo ayer varios encuentros con representantes del comercio y la hostelería. Fueron tres reuniones consecutivas „con la Federación de Empresarios de Hostelería, la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y Cecoval„ en las que además de una primera toma de contacto, el nuevo gobierno informó de su intención de modificar la normativa de libertad de horarios comerciales y acabar con la apertura generalizada en domingo y festivos.

«Valencia no es Andorra y los turistas no tienen que pasar el domingo comprando sino disfrutando de nuestro patrimonio y de las playas», apunta Galiana, cuyo partido ya se opuso en la pasada legislatura a la libertad de horarios. Carlos Galiana informó ayer de que se han encargado informes jurídicos a los servicios municipales para ver cómo se puede modificar el decreto y reiteró la apuesta del gobierno local con el comercio de proximidad. Galiana ha solicitado ya una reunión con el conseller de Comercio, Rafael Climent, para abordar la cuestión.

El Ayuntamiento de Valencia, en aplicación de la nueva ley de comercio estatal y del decreto autonómico que la regula estableció cuatro zonas de afluencia comercial con libertad de horarios, a la que en 2013 se sumó una quinta. En la práctica, explicó ayer Carlos Galiana, casi toda la ciudad es zona de afluencia turística y libertad horaria porque las zonas «se fijaron en base a criterios arbitrarios». La intención del nuevo gobierno es crear una única zona de libertad horaria que realmente coincida con zonas de afluencia turística como podría ser el entorno de la Lonja. En la actualidad están declaradas zonas de afluencia turística el jardín del Turia, Ciutat Vella y l'Eixample, la Marina Real, Orriols, y Corts Valencianes (una zona que se añadió tras recurrir Media Mark).

La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico valoró ayer que el equipo de gobierno de Joan Ribó tenga como prioridad la eliminación de la libertad de horarios. Apuntan que es un tema jurídicamente complejo porque la ley obliga a establecer estas zonas de libertad pero confían en que se pongan coto al coladero. «La libertad de horarios no beneficia al pequeño comercio, los domingos solo abren los grandes almacenes, y tampoco está pensada para el turista sino para captar a los residentes».