La esperada rehabilitación de la fábrica Bombas Gens por parte de un mecenas privado „la Fundación «Per amor a l'art»„ no avanza como cabría esperar diez meses después de la compra de la antigua fábrica Art Decó ubicada en la avenida Burjassot. Así al menos se lo han hecho llegar los patronos de la fundación al nuevo alcalde, Joan Ribó, de Compromís, que ayer realizó una visita al edificio tras la cual se comprometió a agilizar la tramitación de las licencia de obras y la rehabilitación.

La fundación «Per amor a l'art», impulsada por el empresario José Luis Soler (fabricante de Deliplus y uno de los grandes proveedores de Mercadona) para promover proyectos sociales, la investigación de enfermedades raras y el arte, va a invertir seis millones de euros en la rehabilitación de Bombas Gens, donde se construirá un centro de menores, espacios para la investigación y un centro de arte.

En la parte artística la fundación ha fichado al ex director de la Tate Modern, Vicente Todolí, amigo de la familia Soler. El comisario de arte estuvo ayer en la visita a la fábrica que realizaron al alcalde y a los concejales de Urbanismo, Vicent Sarriá, Desarrollo Humano, Consol Castillo y Cultura, Gloria Tello, acompañados por la directora de la fundación, Susana Lloret, esposa de José Luis Soler, quien manifestó su preocupación por la demora del proyecto. Fue la fundación, preocupada por el retraso en los permisos de obras, la que organizó la visita de ayer de Ribó a la fábrica para presentarle el proyecto sobre el terreno. La propuesta de intervención se puso sobre la mesa del anterior equipo de gobierno en abril pasado, sin embargo, todavía no se ha aprobado el cambio de la calificación urbanística previo a la tramitación de la licencia de obras.

La fábrica, según recordó ayer Joan Ribó, ha estado años abandonada, ha sido ocupada y sufrió un incendio el año pasado que quemó parte de la cubierta. El anterior gobierno local protegió la fachada del edificio pero no el interior donde se proyectó un hotel y un centro comercial. La fundación asegura que rehabilitará íntegramente el edificio y que mantendrá las naves y la decoración interior, como el pavimento cerámico de la residencia de la familia anexa a la fábrica y de las oficinas. Ribó destacó ayer que en la anterior legislatura se solicitó sin éxito que la fábrica se protegiera íntegramente como Bien de Relevancia Local. Ribó lamentó ayer el desinterés del anterior gobierno por el proyecto social de la fundación mientras sí apoyó el del hotel. «No se le dió importancia, no se lo creyeron ni lo quisieron valorar».

De la edificación «salvaje» del anterior proyecto se pasará ahora a mantener la fábrica integra, obra del arquitecto Cayetano Borso di Carminati, y destinarla a centro social, declaró Ribó, quien añadió que esto supone «una paso importante para la ciudad y para el barrio que no anda precisamente bien dotado» de este tipo de espacios.

Vicent Sarriá, que compareció con Ribó al finalizar la visita, aseguró que el ayuntamiento explicó que se agilizarán los trámites para que la fundación empiece a trabajar en la consolidación del edificio entretanto se tramita el cambio de calificación y la licencia de obras. El proyecto contempla la recuperación estructural y estética total del edificio, y la eliminación de los elementos impropios. La previsión de la fundación es que una vez las obras estén en marcha, el centro pueda abrir en un año.