Los cruceristas que visitan Valencia y apenas pasan unas horas en la ciudad no terminan de llevarse una buena impresión de la misma. Ayer la asociación de guías turísticos APIT se lo explicó al responsable de Turismo de la ciudad, Joan Calabuig, a quien le entregó un detallado informe según el cual los visitantes ven a Valencia como una «ciudad de carteristas», de taxistas que te estafan, y de «fétidos olores» en el entorno del Mercado Central. «Lo que tenemos está muy bien y se han conseguido muchas cosas, que quede muy claro, pero hay detalles que tenemos que cuidar más para que el turismo se mantenga», aseguró a Levante-EMV Fernando Cervera tras su encuentro con Calabuig.
Para hacer su detallado informe, los guías turísticos, que se encuentran en un proceso de fusión de asociaciones, han tenido en cuenta las encuestas que los cruceristas hacen al volver al barco, los comentarios que les hacen en directo, las valoraciones de las redes sociales y su propio conocimiento de la materia.
Y uno de los más habituales, sobre todo entre los cruceristas que utilizan el servicio de lanzadera, es decir, los autobuses que les dejan en la calle Pintor López (entre tetuán y las Torres de Serranos), es el de la delincuencia. «Dicho problema es una lacra „dicen, los carteristas hacen que la ciudad sea vista como no segura, un destino donde no bajar o donde bajar sin dinero para evitar ser robados». Se trata, según explica Cervera, de robos de carteras y robos al descuido que se producen fundamentalmente cuando hay aglomeraciones o cuando se forman colas para bajar o subir de los autobuses. Además, se da la circunstancia de que «al no tener tiempo para poner las denuncias, estos delitos no contabilizan en las estadísticas» „próximas ya a ciudades como Madrid y Barcelona„ y se desconoce oficialmente «la mala imagen de la ciudad».
Este problema, que podría solucionarse, a su juicio, incrementando la vigilancia policial, no sólo da una mala imagen de la ciudad, sino que, en su opinión, es una de las cuatro causas por las que el último año descendió un 30% el número de cruceristas en Valencia junto con los problemas de los autobuses lanzadera para dejar gente, el alto coste de los amarres del puerto y el coste general de los servicios portuarios.
Otro de los problemas que más comentan los cruceristas y que los guías incluyen en su informe son las «caprichosas« tarifas que aplican los taxistas, algunos de los cuales hacen visitas panorámicas de la ciudad. «No es un mito, es bien sabido» este problema dicen, lo mismo que los malos olores en el entorno del Mercado Central. «Una de las afirmaciones más repetidas y constantes, no sólo entre los visitantes de la ciudad, sino a través de las redes sociales, es el fétido olor que diariamente se desprende del entorno del mercado», dice el informe. Cervera entiende que se trata de alcantarillados muy viejos en una ciudad muy seca, pero cree que si se baldeara y se hiciera correr el agua ese problema remitiría.
«Lo que tenemos es muy bueno, no hay que hacer ninguna revolución, pero se trata de mejorar lo que tenemos para mantener el turismo», insistió Cervera.
