La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio se comprometió también ayer a estudiar cómo retomar las obras de la línea T2 de Metrovalencia, paralizadas desde hace años por falta de fondos. Una de las opciones, lanzada por el alcalde Joan Ribó tras la reunión con María José Salvador, sería la de abordar la finalización en varias fases, asumibles económicamente a lo largo de esta legislatura. Salvador advirtió de que primero habrá que realizar una auditoría económica en la conselleria y a partir de ese momento redefinir las prioridades, reconociendo que esta infraestructura lo es por la gran inversión realizada hasta el momento y por los problemas de inundaciones y desperfectos que sufre. Salvador apeló sin embargo a la «prudencia». «A partir de la auditoría averemos cómo lo podemos hacer, en qué fases y cuándo», incidía.

Ribó recordaba que se trata de una actuación «importante» para conectar el barrio de Nazaret y la Ciudad de las Artes y las Ciencias con el centro de Valencia, y lanzaba la posibilidad de utilizar las obras que ya están acabadas «hasta un punto que se pueda rentabilizar» e ir abriendo la línea por fases. «Hay un túnel hasta bien avanzado Antiguo Reino e igual se podría estudiar hacer un planteamiento intermedio como se hace en otros sitios, donde las líneas del metro no se hacen en un día y se van abriendo paulatinamente», apostillaba.

Otra cuestión no menor abordada en la reunión mantenida ayer fue la del anhelado Parque Central. María José Salvador se comprometió a hablar con la ministra Ana Pastor «para abordar seriamente ese tema de una vez por todas». «Yo quiero reiterar que Valencia es prácticamente la única capital importante de toda España que no tiene un acceso subterráneo como el que hace falta, y pagado por el Ministerio de Fomento», comentaba Ribó.

Acceso al Programa Contrato

Ambas administraciones han acordado recuperar en septiembre la Agencia de Movilidad, eliminada por el anterior gobierno, y que consideran «fundamental» para acceder al contrato programa, cuya ausencia ha hecho perder «centenares de millones», según Ribó, y ordenar la movilidad de Valencia y su área metropolitana.