Las desavenencias del Ayuntamiento de Valencia con la anterior contrata de la grúa municipal podrían terminar en los tribunales. Según explicó ayer Ramón Vilar, la Sindicaturas de Cuentas, que está realizando un análisis comparativo de los servicios de grúa de Castelló, Valencia, Alicante y Elx, les está haciendo llegar información de la que Valencia «no sale bien parada» y que les hace pensar en una posible demanda.

De los primeros análisis se desprende, según Vilar, que ha habido «un incumplimiento relevante del pliego de condiciones», a lo que hay que sumar irregularidades en los ingresos e impago de las cuotas de la Seguridad Social, una cuestión por la que ya recibió varias sanciones.

«Un desastre»

A juzgar por estos datos, el concejal no dudó en asegurar que «la contrata anterior de la grúa ha sido un escándalo, un desastre y un despropósito», por lo que no descarta, una vez finalizada la auditoría de la Sindicatura de Cuentas, recurrir a los tribunales para depurar responsabilidades.

Por lo pronto, el concejal de Hacienda explicó que el ayuntamiento está personado en el concurso de acreedores reclamando una deuda de entre siete y ocho millones de euros, aunque «la gestión anterior fue tan desastrosa que no estoy convencido de que al final haya un acuerdo».

Además, ayer mismo le fueron ingresados dos millones del aval por rescisión del contrato, una cantidad que correspondía al Banco de Valencia pero de la que finalmente se ha hecho cargo Caixa Banc.

El servicio de la grúa ha sido en la última legislatura uno de los más conflictivos de la ciudad y amenaza con seguir siéndolo, pues ya ha habido un sindicato que ha denunciado también graves incumplimientos de la nueva contrata, algo que la empresa, eso sí, ha negado tajantemente.