Hablar con Juan Dual es recibir un chute de positividad. Si alguien que lleva diez años luchando contra el cáncer y que mientras ha perdido vesícula biliar, intestino grueso y estómago dice que hay que sonreír y ver que se puede con todo, habrá que escucharle. Este joven de 30 años natural de Benimaclet se embarca la semana que viene en un viaje de 7.000 kilómetros, desde Granada, en Nicaragua, hasta la Tierra del Fuego, hasta Ushuaia, en Argentina. El viaje llegará después de cinco meses colaborando con una escuela de Granada y recogiendo donaciones para el Yorkshire Cancer Research.
Entonces comenzará la prueba de fuego para Juan. Pero este enfermero que lleva un año viviendo en un pequeño pueblo de Inglaterra llamado Masham y trabajando de camarero en un «pub» llevamás de diez años de dura lucha contra el cáncer. Victorioso, pero vigilante,, los 7.000 kilómetros que recorrerá en bicicleta por América Latina son su siguiente meta. Tampoco es nuevo en estas lides. Juan es un asiduo corredor y ha realizado el Coast to Coast, un recorrido en bicicleta desde la costa occidental inglesa hasta la oriental a través de tres grandes parques nacionales de Reino Unido. Entrenamiento para lo que se encontrará en América.
Pero, ¿qué se encontrará? No lo sabe. Recorrerá los kilómetros que pueda cada día y acampará donde le encuentre la noche. Su intención es demostrar que el tesón y las ganas de vivir pueden más que casi cualquier diagnóstico médico y mucho más que cualquier perspectiva por negra que parezca.
Juan es un libro de autoayuda sin aparato digestivo, con dos piernas y una bicicleta. Todo sonrisas y ganas de superación, este joven valenciano pasó de 106 kilos de peso a 57 en apenas unos meses tras dos años recuperándose de las operaciones del estómago y la vesícula biliar. Tras su paso por Inglaterra, donde ha descubierto, dice, que sólo en ayudar a los demás está el verdadero sentido de la vida, ahora está dispuesto a dejarlo todo y viajar a Nicaragua para dedicarse a lo que siempre ha querido, el voluntariado. Colaborará con la escuela La Esperanza de Granada, donde empleará sus conocimientos de enfermería para enseñar hábitos saludables a los más pequeños. Aprovechará además para hacer los 25 kilómetros de la Fuego y Agua, una carrera por los parajes naturales de Nicaragua, desde las selvas hasta las playas pasando por las montañas y los volcanes del país.
Luego comenzará el recorrido por América Latina. Si el Che y su amigo Alberto Granado realizaron la marcha en una vieja motocicleta conocida como La Poderosa, Juan sólo tendrá su bicicleta y útiles de acampada. Por delante, 7.000 kilómetros de auténtica inyección de positividad, a través de los paisajes de América Latina, para demostrar que, pese a que sigue librando su batalla más larga y más dura contra el cáncer, ahora puede volver a vivir gracias, sobre todo, a no querer rendirse en ningún momento.
