El Ayuntamiento de Valencia incluirá en los presupuestos de 2016 la licitación del proyecto de adaptación de la antigua Sala de Motores de la Tacabalera para acoger un centro de actividades para personas mayores, que tendrá un coste estimado de dos millones de euros.
El concejal de Personas Mayores, Joan Calabuig, y el edil de Planificación y Gestión Urbana, Vicent Sarrià, acompañados de técnicos municipales, han visitado esta mañana las instalaciones para comprobar el estado del proyecto, informa el Ayuntamiento en un comunicado.
Según han recordado, "este era un compromiso del anterior gobierno municipal con los vecinos de la zona que había quedado aparcado sin solucionar, a pesar de que las obras de rehabilitación de Tabacalera concluyeron hace más de 6 años".
El proyecto de adaptación, que tiene un coste estimado de 110.000 euros, se encargará a la empresa municipal AUMSA y una vez redactado se licitarían las obras que estarían en torno a los 2 millones de euros, de acuerdo con el anteproyecto de usos que se realizó en su momento y que se ha actualizado.
La superficie de esta Sala de Motores con acceso por la calle de Micer Mascó estará en torno a los mil metros cuadrados, contando la planta baja y el altillo, por lo que se trata de un proyecto de envergadura que dará satisfacción a la gran demanda de las personas mayores del barrio, señalan las mismas fuentes.
La Tabacalera inició su construcción a finales del siglo XIX y se utilizó de manera provisional para la Exposición Regional de 1909, continuando después los trabajos de culminación del edificio.
En el año 1924 ya existen fotografías de todo el complejo de un edificio con sus naves laterales y traseras, que pasó a formar parte del catálogo del patrimonio Nacional Industrial, con el encargo a la Generalitat de declararlo Bien de Interés Cultural.
Con posterioridad, el anterior gobierno municipal descatalogó el edificio con una modificación puntual del PGOU, permitiendo el derribo de las naves laterales y traseras.
Asimismo se firmó un convenio con la mercantil Guadalmedina que permitió la privatización del edificio municipal de Navarro Reverter para la construcción de un edificio de viviendas, más dos edificios (uno de ellos construidos) en la parte de Micer Mascó donde se derribaron las naves.
Desde el Ayuntamiento recuerdan que el Tribunal Supremo "exigió al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, a requerimiento de la denuncia presentada por Salvem Tabacalera, revisar la sentencia".
