El enésimo lamento por el Casino del Americano llegó ayer. Surgió de quien tantas veces lo ha gritado a quien quisiera oírle. Antonio Marín Segovia, ex presidente del desaparecido Cercle Obert de Benicalap „e implicado ahora con el Círculo por la Defensa del Patrimonio Histórico Cultural„, insistió ayer en la necesidad de una «una intervención urgente para limpiar de maleza y basuras» la zona ajardinada de la Quinta de Nuestra Señora de las Mercedes, propiedad municipal desde 2011.

Marín Segovia insiste en que es necesario que las nuevas autoridades «procedan, con el debido rigor, a la redacción del proyecto técnico y a la reserva presupuestaria adecuada, con objeto de iniciar durante el año 2016 el proceso de rehabilitación integral de uno de los más hermosos y destacados bienes culturales existentes en Valencia ciudad, que sigue de manera inexplicada sin estar inventariado como Bien de Interés Cultural».

El Casino del Americano fue construido en 1869 por encargo de Joaquín Megía, un militar de origen granadino destinado en Cuba y casado con Mercedes González-Larrinaga, una potentada habanera cuya familia hizo fortuna con el negocio de la caña de azúcar. Posiblemente por motivos políticos, el matrimonio dejó Cuba y se afincó en Valencia donde Megía compró 30.000 metros cuadrados de huerta a las afueras de la ciudad. Allí se hizo construir una casa de recreo con un gran jardín donde intentó que su mujer se sintiera como en su tierra natal. En la fachada principal todavía se aprecia la marca circular del rosetón donde estaba inscrito el año de construcción, 1869.

Fue adquirido por el ayuntamiento en 2011 por 3,5 millones de euros e iba a ser la sede de la universidad popular del barrio, pero el coste de la rehabilitación del inmueble dio al traste con esa opción. Ahora, Marín Segovia recuerda que el casino sigue «ocupado ilegalmente a fecha de hoy, tal y como hemos podido comprobar hace unos días». «El conjunto monumental, único en la ciudad de Valencia, sigue sufriendo un intolerable deterioro gracias al comportamiento negligente e irresponsable de su actual propietario: el Ayuntamiento de Valencia y la crónica pasividad de la Consellería de Educación, Cultura y Deportes», lamenta Marín Segovia, que exige además más cuidado en las palmeras y los árboles del jardín del Casino del Americano.

Preocupan a los conservadores del patrimonio las aperturas en el edificio que han practicado quienes ahora viven en él. Por eso, insisten en que el ayuntamiento ha de clausurar «todos los accesos que han sido abiertos ilegalmente en los últimos meses, ordenando a la Policía Local y al Servicio de Patrimonio de la Policía Autonómica que realicen las preceptivas tareas de vigilancia y control en el citado bien y resto de elementos culturales existentes en la zona». Marín Segovia también pide que Aumsa «redacte el proyecto técnico correspondiente, a fin de rehabilitar urgentemente y poner en valor el Casino del Americano».