Las administraciones son directamente responsables de la poca implantación que hoy en día tiene el vehículo eléctrico en este país. Durante años todas han alabado las virtudes y ventajas que supone su uso, pero prácticamente ninguna ha apostado por este medio de transporte 100% libre de emisiones contaminantes. El caso de Valencia es, quizá, uno de los más decepcionantes. En 2010 la entonces alcaldesa Rita Barberá inauguró el primer punto de recarga rápida eléctrica en un lugar tan emblemático como la plaza del Ayuntamiento. Era el primero de una futura red formada por otros cien lugares de abastecimiento. Pero nada de aquello se cumplió e incluso el gobierno del PP desmanteló aquella base eléctrica.

El nuevo equipo de gobierno está dispuesto a recuperar el tiempo perdido y el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, anunció ayer que en septiembre iniciará una serie de reuniones sectoriales para dar un impulso al uso del vehículo eléctrico en la ciudad. Quiere dotar al cap i casal de una red de puntos de recarga para que tanto el transporte público y privado eléctricos sean funcionales y sostenibles. «No puedo avanzar cuántos puntos van a ser porque primero tenemos que sentarnos a estudiar las necesidades que tenemos, pero lo que queremos es plantear un gran proyecto y presentarlo a la Unión Europea para que financie con sus fondos esta apuesta sostenible. No entiendo cómo el PP desmanteló el anterior proyecto y nunca acudió a Europa para recibir fondos. Ciudades como Valladolid ya lo hacen y está funcionando muy bien», explicó el regidor de Compromís.

Grezzi acudió ayer a la entrega del primer taxi eléctrico de la ciudad de Valencia, a cargo de Nissan Almenar. El concesionario ha puesto en marcha dos puntos de recarga eléctrica rápida, mientras que la cooperativa de taxistas Taxco creará en breve otro. Al margen de estos, no existe en la ciudad ningún punto de recarga público. Sí se contabilizan algunos puntos de recarga privados para los poco más de 100 coches eléctricos matriculados en la ciudad. Una cifra ridícula. «Creemos que el taxi puede ayudarnos a pacificar el tráfico de la ciudad, pero si además se hace con vehículos como éste, la apuesta puede ser muy interesante. No queremos que se circunscriba sólo al ámbito del transporte público, sino que queremos favorecer su uso en el ámbito privado. Pero para ello primero debemos crear la infraestructura necesaria», recalcó el concejal. Los taxistas, por su parte, le pidieron al regidor que su apuesta no se quede en palabras y comience a trabajar para llenar la ciudad de puntos de recarga.