El Ayuntamiento de Valencia comenzará la primera fase de las obras de reurbanización de las céntricas calles Hernán Cortés y Pizarro a partir del próximo lunes 10 de agosto. Estos trabajos de mejora, financiados a través del Plan Confianza, provocarán que ambas calles permanezcan cortadas al tráfico durante los dos meses que desde el consistorio esperan que duren las obras, de manera que la entrada y salida de los residentes a los garajes deberá realizarse por Cirilo Amorós. Asimismo, la línea 13 de la EMT verá modificado su itinerario hasta el final de obras. La variación de las rutas se podrá consultar a tiempo real en la página web www.emtvalencia.es.

Las obras de la calle Pizarro cuentan con un presupuesto de 453.554 euros y las de Hernán Cortés de 487.251 euros. Con este proyecto, el consistorio quiere «recuperar el espacio público de la zona y garantizar una movilidad más segura de las personas». A pesar de que el desarrollo del total de las obras será largo, el Coordinador del Área de Desarrollo Urbano y Vivienda, Vicent Sarrià, adelantó hace unas semanas que desde el ayuntamiento cuentan con que en diciembre ambas calles estén prácticamente operativas para no dificultar la campaña de Navidad de los comercios y la movilidad por la zona.

La reurbanización de esta zona es un plan heredado del anterior gobierno local de Rita Baberá, aunque el actual consistorio ha mejorado el proyecto original con las aportaciones de un grupo de arquitectos, vecinos del entorno, para incrementar los pasos de peatones para mejorar la seguridad; además, se ubicará una plaza central con jardineras que se desplazarían para montar la falla del barrio que se encuentra en dicho espacio, y se incrementará el arbolado en la zona. Estas obras tendrán una repercusión directa importante en la reducción del tráfico privado, tal y como ya ocurrió con la urbanización de la calle Félix Pizcueta, donde se calcula que el descenso de tráfico motorizado está en torno al 30%.