Uno de los aspectos que más quejas provoca, especialmente en verano, entre los dueños de los yates que amarran en la marina sur de Valencia es el ruido de los locales de ocio y el botellón. Este año se han vuelto a repetir las quejas por la música y el ruido hasta altas horas de la madrugada. En la dársena funciona una discoteca al aire libre cuyas sesiones se prolongan hasta pasadas las seis de la madrugada. Además, en la marina hay varios locales con licencia de restaurante que funcionan como pubes y locales de ocio y que también cierran a altas horas de la madrugada.
El responsable de explotación de los amarres de la Marina Real Juan Carlos I, Gustavo Benavent, asegura que hay que buscar «un equilibrio» entre los distintos usos de la dársena. Son muchos los que opinan que el negocio en la marina real no está en los bares y las copas —un modelo que ya ha fracasado en el Port Vell de Barcelona o en la marina de Alicante— sino en los barcos.
Casi dos terceras partes de los puertos deportivos y turísticos nacionales están en el Mediterráneo, frente a los 123 puertos de las áreas del Cantábrico y Atlántico que representan el 38%. Baleares se sitúa a la cabeza en número de puertos deportivos, con 68 (el 21% del total nacional). A continuación la Comunitat Valenciana, con 47 puertos, y Cataluña, con 46 marinas deportivas. Las tres reúnen casi la mitad del total de los puertos españoles.
