El proyecto de consolidación estructural del monasterio de San Vicente de la Roqueta se encuentra paralizado por la necesidad de garantizar la excavación exhaustiva del subsuelo, donde podrían estar los restos del mártir y de la iglesia paleocristiana que se erigió en su honor. Según fuentes municipales, el arqueólogo de la empresa adjudicataria de las obras y el de la dirección facultativa de la obra es la misma persona, lo que arroja dudas sobre la labor de vigilancia en ese apartado y ha llevado al servicio de contratación a suspender la adjudicación de la dirección facultativa. Y como ha habido un recurso de ésta última, todo está pendiente de una resolución final.
El monasterio de San Vicente de la Roqueta, en ruinas desde hace décadas, empezó a ver la luz a principios del año pasado cuando el Ayuntamiento de Valencia aprobó el proyecto básico de consolidación estructural del edificio de la calle San Vicente, que partía de un presupuesto de 3,5 millones de euros y que debía ser sufragado por el Plan Confianza de la Generalitat.
Se trataba de «dejar el edificio congelado en el tiempo» a falta de que se decida su uso y se haga otro proyecto para una rehabilitación más orientada.
Las obras, finalmente, fueron adjudicadas por 2,3 millones de euros a la UTE formada por Dragados S. A. y Geotecnia y Cimientos S. A., mientras que la dirección de obra, científica y arqueológica del proyecto, licitada por 270.000 euros, fue para Inés Esteve, J. I. Casar y Miguel Rosselló. Esto fue en mayo de este año y la idea era iniciar los trabajos de inmediato para terminarlos en un plazo de 14 meses.
Pero no ha sido así. Las obras no han comenzado. Los técnicos municipales advirtieron que el arqueólogo de la empresa que debe ejecutar las obras y el de la empresa que debe garantizar el cumplimiento del proyecto era el mismo, luego no se daban las garantías de vigilancia e imparcialidad que pretende la ley.
Tal circunstancia fue tenida en cuenta por el servicio de contratación y en el mes de junio se suspendió la adjudicación de la dirección facultativa de obra, ordenando que se hiciera cargo de la misma la empresa que había quedado en segundo lugar. No obstante, la empresa afectada ha presentado un recurso ante el Tribunal Central de Recursos y el caso está pendiente de resolución. Todo parece indicar que en las próximas semanas habrá novedades, dijeron las fuentes.
Aunque el proyecto consiste básicamente en la consolidación estructural del ruinoso monasterio, el pliego de condiciones incluye también la realización de excavaciones arqueológicas para conocer definitivamente lo que esconde el subsuelo del edificio.
Según los expertos, se trata de la gran excavación pendiente en la ciudad de Valencia, pues las catas que se hicieron entre los años 1985 y 1986 no pudieron llegar a su fin por el mal estado del edificio y aún así dieron unos resultados espectaculares.
Se cree, con una fiabilidad del 90%, que debajo del monasterio de San Vicente de la Roqueta, propiedad del Ayuntamiento de Valencia, y de la iglesia contigua, propiedad del Arzobispado, deben estar los restos del diácono mártir y también de la Iglesia paleocristiana que se erigió en su honor. Eso convierte al monasterio de la Roqueta en el lugar de nacimiento del cristianismo Valenciano. Allí rezó por primera vez Jaume I tras su entrada en la ciudad.
De reconstruir el edificio sin hacer una excavación con todas las garantías, luego sería muy complicado volver a intentarlo y quedaría de nuevo pendiente de resolución uno de los grandes enigmas de la Iglesia y de la cultura Valenciana.
De ahí que los técnicos municipales quieran garantizar el cumplimiento íntegro del pliego de condiciones y que las excavaciones se hagan con todas las garantías científicas. La coincidencia del arqueólogo no significa que no vaya a ser así, advierten las fuentes, pero es un elemento que hay que asegurar en todos los casos.
