El servicio de Acción Cultural del Ayuntamiento de Valencia ha rescatado del olvido la Agencia de Lectura del barrio de Trinitat, una pequeña biblioteca ubicada en el antiguo zoo de Viveros que se construyó en 2009 y permanece cerrada desde entonces. Ahora, y tras seis años de continua degradación y de sufrir la ocupación temporal por parte de personas sin techo, el departamento que dirige María Oliver (València en Comú) ha encargado un proyecto por valor de 15.754,93 euros para reparar los desperfectos y darle por fin un uso.

En abril de 2009 el ayuntamiento comenzó la construcción de una biblioteca en una parte del antiguo zoológico de Viveros, concretamente en la zona donde se ubicaban los terrarios. El proyecto contó con 329.459 euros, que corrieron a cargo del Fondo Estatal de Inversión Local (El Plan E de Zapatero). Una vez concluidas las obras, el consistorio equipó las instalaciones con mesas y sillas, y hasta los ordenadores. Pero lo abandonó a su suerte y llegaron los robos, más tarde la instalación de una colonia de gatos y por último la ocupación en 2014 de personas sin techo. El ayuntamiento procedió a tapiar el recinto para evitar más destrozos.

Pero lo más sorprendente de todo es que el edificio no cuenta con puerta de acceso a la calle Pintor Genaro Lahuerta y que se bloqueó por la falta de acuerdo entre el ayuntamiento y el Ministerio de Cultura para las obras de ampliación del Museo San Pío V. Además esto afectaba a toda el área de influencia de Viveros, por lo que también está pendiente de ejecución la urbanización del resto de terrenos del antiguo zoológico, por donde si existe un acceso a la biblioteca, pero sin embargo el zoo está cerrado.

Este periódico trató ayer, en reiteradas ocasiones, de hablar con la concejala María Oliver o alguna persona de su equipo para que aclararan de qué manera piensan resolver el problema del acceso a la biblioteca, pero no logró respuesta.

Los más de seis años que lleva la futura Agencia de Lectura cerrada la ha dejado en una situación lamentable, debido a los robos y actos vandálicos. Según explica el Ayuntamiento de Valencia en su informe técnico, esto «hace necesario acometer una serie de obras para reparar los daños ocasionados, dotando al edificio de fibra óptica y cámaras de seguridad y adecuándolo a la normativa actual de accesibilidad».