Muchos falleros han pertenecido a Nou Campanar y pocos quedan. Pero testigos hay muchos. «Nunca ha sido una falla especialmente cara» narra un miembro histórico de la comisión. «Y a Juan siempre le dolió que no hubiera 300 o 400 falleros. Todos hemos sabido que la falla era él, por él y gracias a él. Hasta la fallera mayor era secundaria. Pero eran mucho más aduladores los que venían de fuera que en la comisión. Juan ha sido en Nou Campanar un presidente espléndido y si eras fallero asumías todo. Porque luego tenías, por ejemplo, en una cena, al grupo "Siempre Así". Eso sí, si Juan levantaba la voz, sabías que tocaba callar».