El Ayuntamiento de Valencia dará esta semana un ultimátum de 48 horas a los propietarios de la antigua fábrica Cervezas Turia, junto a la Creu Coberta, para que reviertan el estado de ruina del edificio que arde desde hace más de una semana.

Si no lo hacen „la empresa se encuentra actualmente en concurso de acreedores„, el consistorio supeditará los derribos a la disponibilidad presupuestaria y a los informes técnicos.

Fuentes de la Concejalía de Urbanismo recordaron ayer que el derribo de todo el complejo, situado en una parcela que forma parte del proyecto Parc Central, costará más de 1,2 millones de euros, que el ayuntamiento quiere que paguen los propietarios. Si no contestan a los requerimientos municipales, que se librarán entre hoy y mañana, los derribos dependerán de los informes técnicos y del dinero disponible en las arcas municipales.

En la partida para hacer frente a contingencias urbanísticas quedan unos 400.000 euros. Los vecinos, por su parte, aseguraron ayer a este diario que no quieren que la ciudadanía «pague lo que deben pagar las empresas».