Decepción es la palabra que mejor define el estado de ánimo de los vecinos de Ciutat Vella después de su reunión con los responsables del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia. Querían que el consistorio concluyera la rehabilitación del centro histórico y sólo pudieron comprobar que «no hay un proyecto» para esta zona y que su suerte ha sido confiada a la Generalitat Valenciana.

Según explicó Trini Piquer, representante de la Coordinadora de Ciutat Vella, no es verdad que el centro histórico esté rehabilitado al completo. Según sus cuentas, hay hasta 163 solares y edificios ruinosos esperando una solución, bien a través de la rehabilitación de viviendas, bien reutilizando los solares como áreas de esparcimiento para los vecinos.

En este sentido, sugieren la puesta en marcha un programa Urban de rehabilitación sostenible de espacios degradados, que podría contar con fondos de la Unión Europea.

Pero la respuesta del consistorio no les ha tranquilizado. Según Trini Piquer, el Ayuntamiento de Valencia no tiene un plan para el centro histórico y además fueron informados de que las ayudas que había para que los propietarios rehabilitaran viviendas han desaparecido. «Sólo tienen para el Cabanyal, pero para Ciutat Vella no hay nada», dijo Piquer.

Al parecer, su suerte está ahora en manos de la Conselleria de Infraestructuras, con cuyos responsables se reunirán el próximo día 24 de septiembre. «Nosotros ya nos temíamos que esto sería así», dijo.

En esa reunión también se abordarán cuestiones relacionadas con el patrimonio histórico, uno de los pilares de la conservación del centro histórico. Ayer en concreto, el representante de la Asociación de Vecinos de la Boatella reclamó la protección de los edificios de la Plaza del Doctor Collado, números 2 y 3, situados junto a la Lonja.

Su intención es que esos locales sean convertidos en un parque arqueológico que ponga en valor todo el entorno, pero al parecer, esta cuestión también está en manos de la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat Valenciana.

Sí lograron ayer de los representantes municipales un compromiso para que cualquier intervención que se haga en ese espacio no hipoteque la futura realización del parque arqueológico, ni con nuevas construcciones ni modificando los usos del espacio.

En general, los vecinos quieren que se aborde de una manera global la recuperación del barrio, que en su día tuvo un impulso importante, pero que luego ha vuelto al abandono. Hasta las ayudas a las viviendas de la Muralla Islámica están pendientes, dicen.