La Concejalía de Desarrollo Urbano tiene previsto reactivar antes de que finalice el año el PAI Camí Fondo de Grao, una actuación que se encuentra paralizada desde hace años después de que la Agrupación de Interés Urbanístico a la que se adjudicó la obra entrara en concurso de acreedores. El área que dirige Vicent Sarrià se ha reunido con las entidades bancarias que son propietarias del suelo con el fin de poner en marcha la urbanización de la zona, que se sitúa fundamentalmente detrás de las naves de Juan Verdeguer y junto al circuito de Fórmula 1.

Para ello, el edil socialista ha propuesto a los propietarios del suelo afectado regresar al planeamiento anterior a 2007. Fue el aquel año cuando el equipo de gobierno de Rita Barberá reparceló el PAI aumentando la volumetría hasta 20 plantas edificables. Su idea era que esta pequeña zona mantuviera consonancia con las torres de edificios previstas en el nuevo barrio de la Fórmula 1 y de paso ofrecía más rentabilidad a los promotores al poder construir más alto. Sin embargo, la entonces oposición socialista criticó esta modificación del planeamiento al considerar que rompía con la estética del barrio y la alineación con las naves históricas de Juan Verdeguer. También se le cedía una parcela al consistorio que debía compartir con otros propietarios, lo que añadía complejidad a la operación.

Sin embargo, el acuerdo al que ha llegado el equipo de Vicent Sarrià con los propietarios del suelo regresa al planteamiento inicial, con edificios residencias de base más ancha, pero menos alturas, de manera que se integran paisajísticamente mejor con las naves y el entorno. Además, el Ayuntamiento de Valencia ha conseguido en esta negociación que se le ceda una parcela completa a su propiedad y que no tendrá que compartir con otros dueños del terreno.

Este nuevo acuerdo ha sido posible porque los propietarios del suelo afectado debían al Ayuntamiento de Valencia un cantidad cercana a los seis millones de euros tras la aprobación del PAI. Esta deuda se permuta dándole más parcelas al consistorio, que es lo que se ha logrado tras la negociación. Vicent Sarrià considera que es «un importante paso para esta zona, ya que para final de año podrán comenzar la urbanización y la futura de la construcción de viales y zonas ajardinadas». Pero lo más importante, según el concejal socialista es que con esta operación el ayuntamiento «acabará con una zona de degradación en la que actualmente hay solares, y además supone un punto de partida para la futura reactivación de la zona y el PAI del circuito de Fórmula 1, que hoy está completamente paralizado. Se abre una luz al final del túnel en el que se había metido el anterior equipo de gobierno de Barberá».

En el PAI hay una zona prevista para la ampliación del colegio público San José de Calasanz. En cuanto a la zona industrial, la llamada harinera está actualmente rehabilitándose con cargo al Plan Confianza. La siguiente parcela es la nave denominada Ership, que es la única que está pendiente de rehabilitar y que está prevista para equipamiento público. Por último, las dos naves Caballero se encuentran completamente operativas. Una rehabilitada con plan E y otra con Plan Confianza.