La escalada de un joven a la Puerta de los Hierros de la catedral de Valencia y la colocación de un pañuelo negro en una de las figuras que la coronan, concretamente en la de San Vicente Ferrer, se ha convertido en un quebradero de cabeza tanto para el Arzobispado como para la Policía Local.

Según explicó Jaime Sancho, responsable de Patrimonio de la catedral, trepar hasta ese punto, situado a unos 15 metros del suelo, es muy peligroso, pues las cornisas y las estatuas, incluida la afectada, son de arenisca y aunque han sido infiltradas para aportarles dureza, no están preparadas para soportar pesos de esas características. Ha sido, por tanto, una acción peligrosa que les inquieta desde el punto de vista humano, porque la posibilidad de que se hubieran accedido a la estatua por la terraza de la catedral ha quedado completamente descartada al tener alarmas que lo impiden

Por otro lado, retirar ahora el pañuelo negro de la figura de San Vicente Ferrer es todo un problema, precisamente por la debilidad de los materiales. Jaime Sancho teme que haya que poner un andamio para quitarlo, aunque ayer mismo se planteaba también la opción de utilizar una cesta de los bomberos. Será, en cualquier caso, un problema importante, dijo.

Investigación compleja

Por lo que se refiere a la Policía Local, ayer se personó en la catedral una patrulla de la zona centro para hacer un informe de lo ocurrido. Según los agentes, este tipo de escaladas son habituales en otras ciudades y en Valencia hubo, tiempo atrás, un intento en la Basílica, pero llegar a sus autores resulta muy complicado.

Según dijeron, en los alrededores no hay cámaras de seguridad que hayan grabado nada y nadie ha visto tampoco nada. Los autores se han cuidado, así mismo, de no colgar sus hazañas en internet, aún dando por hecho que la escalada está grabada.

Así pues, todo lo que pueden hacer es estar pendientes del caso y aumentar la vigilancia de la zona durante los próximos días, más que por la posible vuelta de los jóvenes que colocaron el pañuelo, por la posibilidad de que les salgan imitadores.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes de madrugada y la noticia fue difundida por este periódico en su edición de ayer. Un joven telefoneó a esta redacción para contar que habían trepado a la Puerta de los Hierros, pieza barroca del siglo XVIII, para colocar un pañuelo en una de las estatuas que la coronan, concretamente en la estatua de San Vicente Ferrer.

Según dijo, se trataba de un grupo de jóvenes que se dedican a escalar edificios de la ciudad, una actividad muy común en todo el mundo pero no tanto cuando hablamos de monumentos.