El Ayuntamiento de Valencia no abonará los doce millones de la prórroga del crédito del Banco de Santander al Consorcio Valencia 2007. El primer plazo vence el próximo 22 de octubre, pero desde el consistorio ya han adelantado que no tienen capacidad para hacer frente a un pago de tal envergadura. El montante total del crédito con el Banco Santander „ contratado para cubrir la variación de intereses del crédito del ICO con el que se pagaron las obras de la Copa del América„, asciende a 66 millones de euros. Aunque en las últimas semanas desde el nuevo equipo de gobierno local se ha tratado de buscar una salida al atolladero financiero, fuentes municipales aseguraban ayer que ha sido «imposible» sentarse a abordar el tema con ningún representante del estado. El clima de campaña preelectoral, instalado desde que Mariano Rajoy anunciara los comicios generales para el 20 de diciembre, ha complicado sobremanera «cualquier negociación». El ejecutivo local tiene previsto hacer sólo «un pago parcial» para evitar el colapso de un Consorcio incapaz de generar el suficiente volumen de ingresos.
El objetivo del alcalde, Joan Ribó, y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, era abrir un diálogo «al más alto nivel» con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y evitar el impago de las nóminas de los empleados de la entidad encargada de la gestión de la Marina Real Juan Carlos I. Se trata, aseguran desde el tripartito, de técnicos necesarios para que la actividad de las empresas allí radicadas continúe. El banco podría embargar las cuentas del Consorcio si no cobra, algo que no podría hacer con sus bienes inmuebles. La batalla de Ribó desde que accediera al poder „ también durante su labor en la oposición„ ha sido que el Gobierno acabe condonando los 420 millones que se arrastran desde la Copa del América. Una deuda que es sinónimo de «maltrato» por parte del gobierno central según Compromís, PSPV y Valencia en Comú, y que crece a razón de unos veinte millones al año en intereses.
Desde el consistorio, además, se le recrimina a la anterior alcaldesa, Rita Barberá, que anunciara una provisión de fondos de 600.000 euros para la aportación patrimonial al Consorcio. Una partida que, aseguran, no está. Joan Ribó ya anunció hace un par de semanas, en un encuentro con empresarios, que el Ayuntamiento de Valencia tenía controladas las cuentas municipales «gracias a la refinanciación de la mitad de la deuda» que dejó en herencia Rita Barberá. El propio alcalde confesó su frustración e impotencia ante los frentes dependientes del Estado„ que calificó como «verdadera espada de Damocles»-, y que lastran el futuro de la ciudad.
