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Mi 9 d'Octubre

Mi 9 d'Octubre

Nací en el Peset. En mi carnet pone «Nació en: Valencia». Por tanto soy valenciana. Y punto. Conviene aclarar esto porque ahora parece que hay un baremo, que se puede ser mucho o poco valenciano. Digo yo que serán los nacidos medio cuerpo en Murcia medio aquí, así como en la frontera. Nunca he puesto en duda ser valenciana por tanto nunca he tenido que demostrarlo.

Pero ahora que se ha sacado de nuevo a pasear el fantasma del catalanismo parece necesario crear una tabla. Hablar valenciano es de catalanistas, escribir en valenciano más, eso debe de quitar por lo menos siete puntos. La medida del azul de la Senyera también puntúa, se quita un punto por cada centímetro de menos. Decir país quita muchos puntos, Comunitat unos cuantos. Que te guste la muixaranga y la dansà por lo menos quita cinco y escuchar a grupos de rock que cantan en valenciano te deja sin entre ocho y diez puntos. Lo que más quita es ser valencianista, eso por lo menos son veinte puntos menos. Ser fallera debe sumar pero si estás en una falla de esas modernas te quitan tres.

Si la lengua, la cultura, las tradiciones y el valencianismo restan, ¿qué es lo que suma? Odiar a los catalanes sin duda suma, lo de Madrid ya es otra historia. Curioso. Si hago el recuento me quedo sin puntos. Hablo en valenciano y defiendo mi lengua, no para demostrar que soy de aquí ni porque crea que es la lengua más dulce ni mejor del mundo, si no porque me hace sentirme parte de un pueblo, soy valencianista, me gusta el folklore, los Obrint Pas y Senior. Comunitat siempre me ha parecido muy aséptico pero no tengo problemas en cómo se llame porque se de qué tierra están hablando. No mido una Senyera por el tamaño de su azul porque en mi casa no hay ninguna, ni falta que me hace, porque no tengo que agitarla para sabe qué significa y qué representa. En la parte que suma soy fallera y vicentina pero como hace años que no me visto de fallera ni voy a la ofrenda igual no cuenta.

Y puede que no sepa hacia dónde voy pero siempre sé de dónde vengo aunque no lo lleve tatuado. Por eso hoy celebro mi día, el día de mi identidad, de mi cultura, y lo celebro sin complejos, sin recelos, sin odios. Porque con esas cosas no tiene sentido celebrar. Lo hago sin sentirme más valenciana que nadie y por supuesto tampoco menos. Con la cabeza alta. Y lo siento mucho por los que quieran meter cizaña, por los que se creen con autoridad moral para decir que alguien es «poco valenciano». Por los que no se sienten parte de esto. Los que no se lo creen y tienen que demostrarlo. Por los que ven fantasmas y creen que se alejarán agitando una bandera, por mucho azul que tenga. Si lo que queremos es poner esta tierra lo tenemos que hacer entre todos. Porque el que no suma con toda seguridad es porque está restando. Y si lo celebro no es por haber nacido aquí, igual me podía haber tocado en otro sitio, si no porque aquí es donde tengo mi vida, mi cultura y las personas que me importan. Pero como diría Vicent Andrés Estellés no me pondré solemne, dejaré el énfasis que tantas veces nos pierde. Casi que ya escribiré el canto a Valencia más adelante. Porque no seré nada si no soy pueblo. (Si, también me gusta Estellés ¿eso da o quita puntos?) Pues eso, que sin complejos, feliz día de todos los valencianos.

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