El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha encajado con aparente normalidad los pitos que desde el público le profirieron algunas personas durante la Procesión Cívica. Al primer edil le acusaron de catalanista, pero ha quitado hierro al asunto. "Ni me sentía ni me siento identificado (con el catalanismo) porque hace muchos años que vivo aquí, me siento valenciano, valencianista, evidentemente. Por mucho que se empeñen, soy así, independientemente de que naciese en otro sitio. Y no fue mi culpa, sino de mi madre, a la que quería muchísimo", ha añadido.

El portador de la Reial Senyera ha advertido que no es bueno "confundir dónde se nace con lo que se piensa", en alusión a su lugar de nacimiento, Manresa. "No tiene nada que ver el lugar donde uno nace con lo que piensa", considera.

Sobre la experiencia de llevar la Reial Senyera, que pesa 18 kilos y mide 3,3 metros, el alcalde de Valencia ha reconocido sentirse "un poco cansado, porque la Senyera pesa, pero muy satisfecho y orgulloso".

A su juicio, la jornada, que ha reunido a 60.000 valencianos en las calles del centro de la ciudad, ha transcurrido con normalidad y "es normal que haya opiniones diferenciadas". Preguntado por la intensidad, en algunos momentos, de los abucheos contra él, el alcalde ha considerado que es "normal", porque él es el alcalde y hay gente que cree que el lugar donde uno nace "implica una forma de pensar".

"Hoy digo viva Valencia bien fuerte", ha añadido, para a continuación reclamar "una financiación adecuada, con las inversiones que merecen" los valencianos.