Cerca de 60.000 valencianos, según cifras oficiales, han participado esta mañana en la Procesión Cívica del 9 d'Octubre, en la que el alcalde Joan Ribó ha portado de la Reial Senyera. El primer edil ha protagonizado un recorrido en el que se ha quedado fuera la celebración del acto religioso del Te Deum y en el que se han vuelto a repetir los abucheos de otros años por parte de una minoría.

Las celebraciones del 9 d´Octubre han arrancando a las 11.30 horas, con la recepción de la Corporación, autoridades e invitados al acto convocado en el Ayuntamiento de Valencia. Puntuales, a las 11.50 horas se ha dado lectura al Decreto de Alcaldía en el Museu Municipal. A continuación, el portador de la Reial Senyera, el alcalde Joan Ribó, el president de la Generalitat, Ximo Puig, y los portadores de los cordones del emblema de la ciudad han salido al balcón de la fachada principal del Ayuntamiento, desde donde, a las 12.00 horas, han procedido a la bajada de la enseña autonómica, sin duda alguna uno de los iconos del Día de la Comunitat Valenciana.

Miles de personas acompañan la Procesión Cívica, que este año ha reunido a mucha más gente que en anteriores convocatorias. En los primeros metros de la comitiva, donde se han reunido dos numerosos grupos de personas con carteles que rezaban "catalanistes", han insultado a miembros del Gobierno municipal. Sin embargo, pasados estos primeros momentos tensos, el recorrido ha sido más tranquilo.

La histórica enseña ha bajado a la calle con honores de ordenanza, mientras la Banda Municipal interpretaba la Marxa de la Ciudad, composición anónima del siglo XVI que, según el protocolo, acompaña tradicionalmente a la enseña en el recorrido de la procesión cívica. Seguidamente, cumpliendo la legislación, han sonado los Himnos de Valencia y de España, que posteriormente también han sonado en la ofrenda floral que se ha realizado en el Parterre.

Tras esto, la comitiva, en la que el alcalde y portador de la Senyera ha ido acompañado por concejales de todos los grupos políticos de manera paritaria, la procesión ha partido de la Plaza del Ayuntamiento hacia la calle San Vicente hasta llegar a la plaza de La Reina, por donde ha accedido a la calle de la Paz hasta la plaza de Alfonso el Magnánimo, donde los responsables del Ayuntamiento, Lo Rat Penat y el Ateneo han realizado una ofrenda de laurel ante la estatua del Rei Jaume I.

Decenas de personas han proferido pitos e insultos al alcalde Joan Ribó, que ha estado protegido en todo el trayecto por dos cordones policiales que han impedido incidentes.

La Reial Senyera ha iniciado su regreso al Ayuntamiento por las calles del Pintor Sorolla y de Las Barcas. Tras su subida al balcón, momento en el que ha vuelto a sonar la Marcha de la Ciudad, y posterior traslado al Museu Municipal. El acto ha finalizado con el disparo de una mascletà a cargo de la Pirotécnia Turís.

La procesión ha estado encabezada por miembros de la unidad montada de la Policía Local y, como todos los años, ha contado con la participación de representantes de los gremios, asociaciones culturales y entidades profesionales, partidos políticos, órdenes civiles y militares, alcaldes de barrio, diputados provinciales, de les Corts Valencianes y de las Cortes españolas, Corporación Municipal y Consell, así como las cinco primeras autoridades.

También se ha invitado a las personas que han recibido las Distinciones de la Ciudad, y a todos los ex alcaldes de la Valencia democrática, así como a los principales representantes de las cuatro principales confesiones religiosas de la ciudad: católica, musulmana, judía y consejo evangélico, con la voluntad de dar presencia al hecho religioso, desde una vertiente ecuménica.

Finalmente, se ha otorgado también representación a las asociaciones festivas, con la Junta Central Fallera y las Falleras Mayores; y se ha incorporado también a otras entidades sociales, como sindicatos, asociaciones profesionales y entidades ciudadanas como el Consell Juventud de Valencia y de la Comunitat Valenciana.