Aún ni había llegado Napoleón a España cuando abrió en Valencia la tasca La Coveta. Situada en la Plaza Redonda, este local se enfrenta ahora a su tercer siglo de vida con un aspecto renovado y la idea de seguir siendo un referente en el mundo de la gastronomía en el centro de la ciudad.
Debido a su presencia en un enclave tan visitado „todos los cruceristas pasan por ella„ como es la remozada Plaza Redonda, La Coveta se ha especializado atender a este tipo de clientes, sin que ello implique menor calidad de producto o menor variedad del mismo.
Además, cuenta con el sabor especial de un local que se abrió hace más de doscientos años. Se anuncia como la tasca más antigua de Valencia y se encuentra en un sitio tan céntrico y con tanta solera como la Plaza Redonda que probablemente lo sea.
Con todo, buena parte de sus clientes son turistas. A tiro de piedra de la conocida como «milla de oro del turismo», la calle San Vicente entre las plazas del Ayuntamiento y de la Reina, La Coveta se ha especializado en este tipo de cliente que no es menos que ninguno, por muy esporádica que sea su visita o por mucha competencia de restaurantes de comida rápida que haya en los alrededores de La Coveta.
Las tapas forman, así, buena parte de la oferta gastronómica de la tasca. No es raro, tampoco, ver paellas y todo tipo de arroces tanto en el interior del local, que asemeja una pequeña gruta, como en la terraza en una de las cortas callejuelas que dan acceso a la Plaza Redonda.
Adecuado como está al público extranjero, este local, con un aspecto remozado y modernizado tras doscientos años de vida, estos días presenta una decoración que entronca directamente con la muy americana y muy exportada tradición de Halloween, la víspera de Todos los Santos. Calabazas, brujas y telarañas cubren los techos y las paredes de La Coveta.
Camareros multilingües
Muchos de los turistas que visitan La Coveta acaban encantados con el trato del personal, debido a que muchos de los camareros hablan varios idiomas para comunicarse a la perfección con los comensales.
Con todo, no es raro encontrar entre las mesas lugareños, vecinos de Valencia o trabajadores de negocios cercanos que se acercan a la Taska Hogan La Coveta a disfrutar de los ratos libres que el trabajo les deja. Los fines de semana, por su parte, es casi imposible encontrar sitio en una tasca que abrió hace 208 años pero a la que, parece, aún le queda mucha vida por delante.
