Hay bodas, grandes bodas, «bodorrios» y super-bodas. Y también está «la boda». Sin más adjetivos porque todo lo demás lo pone el acontecimiento como tal: por los protagonistas del enlace, por las circunstancias, por el entorno, por los invitados y por todo el resto de intangibles. Y eso lo reunió ayer, y con creces, el enlace del concejal popular y ex presidente de la Junta Central Fallera, Félix Crespo, con la fallera mayor de Valencia de 2003, Vanessa Lerma. El fue «su» presidente durante los últimos meses de reinado y hace poco, apenas año y medio, surgió el flechazo. Un acontecimiento entrañable, se mire por donde se mire.

Un acontecimiento que reunió en la iglesia de Capitanía a un auténtico «partido de las estrellas», incluyendo al mundo fallero y a la plana mayor del Partido Popular. Encabezados éstos por Rita Barberá y Francisco Camps. La primera, su jefa de gobierno durante doce años; el segundo, el que le introdujo en el mundo de la política a través de la delegación de gobierno. Y junto a ellos, un largo listado de miembros de la corporación municipal de los últimos años, como Jorge Bellver, Lourdes Bernal, Mayrén Beneyto, Alberto Mendoza, Alfonso Novo, Vicente Aleixandre, Mª Ángeles Ramón-Llin, Cristóbal Grau, Beatriz Simón, Mª Jesús Puchalt, etcétera. También estaba el presidente del Levante UD, Quico Catalán.

Del mundo de las fallas, baste decir que fueron muchos los que, no pudiendo ser invitados (había más de cuatrocientos y lo más complicado para la pareja fue «donde cortar») se dieron el gustazo de acudir a la iglesia de Capitanía para verles. Y junto a ellos, una lista interminable de fallera mayores de Valencia con las que, de alguna forma, ha tenido relación por amistad o por coincidir en sus épocas de directivo. Desde Ángeles Vidal, Amparo Marín, Marta Querol, Begoña de la Concepción, Pepa Oliver, Mónica Palmer, Covadonga Balaguer o Esther Silleras pasando por Raquel Giner, Sandra Climent, Sandra Bonet, Noelia Soria, Lucía Gil, Gueguel Massmanian, Laura Caballero, Gloria Martínez, Sara Martín, Adriana Polo, Marta Reglero, Lucía Andrés, Marta Agustín, Pilar Giménez, Laura Ortega, Cristina Sánchez, Nuria Llopis, Inmaculada Escudero, Víctoria Blázquez, Ariadna Galán y Carmen Monzonís, así como Nela Ayora, la infantil de Vanessa en 2003, y la que ha sido hasta hace dos días, Estefanía López, que perteneció a esa corte infantil. También estaba la corte de Vanessa (Pilar, Esther, Carolina, María José...).

Y también estaban los directivos de la Junta Central Fallera. Especialmente, su amigo personal Vicente Fayos y el resto de secretarios generales y vicepresidentes y asesores municipales.

También representantes de los medios de comunicación, con los que siempre tuvo una especial empatía, algunos artistas falleros muy especiales „José Luis Ceballos y Francisco Sanabria le sorprendieron con unos ninots personalizados que se encontraron ya en el convite„ y representantes de otras fiestas de la ciudad, la universidad, directivos de la empresa Infoport, en la que trabaja Vanessa, así como, obviamente, famliares de ambos, procedentes de Sevilla, Cuenca, Italia... y los de casa.

Ambos novios fueron vestidos por José Corts. El novio, de chaqué, hecho un pincel. La novia, con una seda de Vives i Marí, un traje clásico, acorde con el siempre clarísimo gusto personal de ella. Lucía unos pendientes de oro blanco y brillantes, propiedad de la madre de Félix. Fue peinada y maquillada por Carles Ruiz y Mar.

Tras la ceremonia, la fiesta se trasladó al Veles e Vents. El edificio tuvo que prolongarse con una carpa para poder dar cabida a todos los invitados. El catering y montaje de carpa fue realizado por «El Fil-Grupo la Cartuja», mientras que la decoración fue realizada por Cristina Caletrío-El Sueño de Patricia. Cientos y cientos de velas en diferentes formatos, recibieron y acompañaron a los novios durante todo el evento. El edificio, por una vez, cobró vida „que no es poco„ gracias a un evento en el que las sensaciones, los colores, la alegría y el calor humano se combinaron.

Como detalle original, no hubo tarta nupcial, sino que el maestro Paco Torreblanca realizó tartas individuales que iban en cajas con una dedicatoria de los novios a sus invitados. Durante el baile, a cargo de la orquesta La Tribu, los invitados disfrutaron de una mesa de chocolates espectacularmente decorada.