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Músicas

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Parece ser que poco a poco Valencia va recuperando el lugar que ocupó antaño en el mundo del rock y del pop. Esta semana se han celebrado el Festival de Benvinguda de la Universitat de València, surgido como alternativa a las polémicas novatadas, y el Deleste Festival. Ambos han ido consolidándose con un cartel de actuaciones más que acertado, combinando diferentes estilos, desde el folk valenciano hasta el indie local pasando por el pop anglosajón, contando con artistas consolidados y otros que lo estarán.

Estos eventos musicales tienen un planteamiento distinto del de otros festivales que se celebran en otras ciudades del País Valenciano, ya que el hecho de celebrarse en espacios abiertos los hace diferentes. Lejos quedan otros tiempos, tan añorados por la gente de mi generación, en los que Pachá/Arena, era el escenario en el que actuaban los grupos más punteros del momento.

Pero esta nueva situación no tiene que ser algo negativo, sino que al contrario debería de ser vista como una oportunidad para reubicar a València en el circuito de los conciertos, para asumir lo que somos, y así ofrecer oportunidades a las nuevas bandas que empiezan y necesitan darse a conocer. Algo parecido, salvando las enormes diferencias, ocurre en ciudades como Liverpool o Manchester, que frente al epicentro musical de Londres, han sabido reivindicarse a si mismas, haciéndose con un nombre propio, donde la combinación de promotores privados y públicos, salas de conciertos y sellos musicales propios, casi siempre independientes, han contribuido y mucho a esta situación. Por ello no es casualidad que buena parte de los grupos más punteros del país suelan salir de estas dos ciudades británicas y también de otras que siguen la misma dinámica. Y naturalmente esta tendencia, lleva aparejada la proliferación de locales de ensayo, que se manifiestan vitales para que hornadas de nuevos grupos no dejen de salir a la luz.

Aparte de continuar con esos impulsos culturales para que más grupos incluyan a València en sus circuitos, es el momento también de ocuparse de una asignatura pendiente, como es la de los locales de ensayo. Precisamente para que así, se potencie la cantera de nuevos grupos y éstos tengan mayores facilidades que en la actualidad, lo cual no es díficil. Cualquiera que haya tenido un grupo sabe que es más facil encontrar locales de ensayo en los municipios del área metropolitana que en la capital.

Por eso, quiero reivindicar aquí el papel que de manera silenciosa, pero muy eficaz, ha jugado el complejo cultural Las Naves, dependiente del ayuntamiento, ubicado en las antiguas naves industriales de la calle Juan Verdeguer. Este contenedor cultural, no sólo combina actuaciones de músicos y compañías de teatro importantes, sino que mantiene diversas salas para que grupos que estan comenzando, puedan hacerlo en condiciones dignas y además sin moverse de Valencia.

Multipliquemos esta experiencia por la ciudad, posibilitemos que otros contenederos culturales municipales pongan sus instalaciones a disposición de nuevos grupos, lo que a su vez reforzará las experiencias culturales en los barrios. Ya que son tiempos de cambio, arriesguémonos y hagámoslo.

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