El rector de la Universitat de València (UV) Esteban Morcillo ha pedido al concejal de Movilidad Giuseppe Grezzi que rebaje la velocidad máxima permitida en la avenida de Tarongers, una de las vías más concurridas de la ciudad debido a la presencia de estudiantes tanto de los campus de la UV como de la Universitat Politècnica (UPV).

La idea que trasladó el rector al edil fue bajar de 50 km/h a 30 km/h el límite de la velocidad máxima permitida, tanto para el tráfico rodado como para los tranvías. El motivo de esta petición no es otro que el de evitar accidentes. No en vano, el pasado mes de abril una joven de 18 años falleció tras ser arrollada por un tranvía, precisamente en Tarongers. Este es solo un ejemplo, ya que los percances entre estudiantes y demás personal universitario y los vehículos en esa zona son casi diarios, según le ha trasladado la comunidad educativa al rector.

«Lo importante es, para empezar, que se respete el límite de 50 km/h», explicó Giuseppe Grezzi a Levante-EMV. Como comenta el concejal, la avenida de Tarongers es uno de los puntos calientes de la ciudad donde más se sobrepasan los límites permitidos. «Es una recta muy larga y los coches se embalan», señala el edil, quien añade que se está estudiando la petición del rector de la UV.

El pasado martes, una estudiante, en esta ocasión del campus del CEU en Moncada, resultó herida de gravedad tras ser arrollada por el metro mientras cruzaba por un paso mirando el móvil. Decenas de jóvenes repiten el gesto a diario en la avenida Tarongers, aunque Grezzi no es partidario de realizar una campaña puntual al respecto.

«El objetivo es concienciar de manera global a los ciudadanos y pacificar el tráfico en toda la ciudad. Aunque los peatones vayan mirando el móvil, si reciben un golpe a 30 km/h no es lo mismo que si lo hacen a más de 50 km/h», apunta.