Los contratos del ayuntamiento son uno de los puntos negros de la gestión del PP en sus últimos años de gobierno. La Sindicatura de Cuentas, a cuyo informe los servicios afectados han podido presentar alegaciones hasta el día de ayer, habla de fraccionamiento de contratos para eludir los procedimientos de adjudicación y publicidad, concretamente habla de un gasto de 2,6 millones de euros con el que se cometió esta anomalía.

Tampoco fueron licitados «de acuerdo con las normas establecidas» dos convenios de teleasistencia y salvamento de playas que generaron unos gastos en los años 2013 y 2014 de 2,3 millones de euros.

Y a los presupuestos de estos mismos ejercicios se imputaron gastos por cerca de 10 millones de euros que también eran susceptibles de ser licitados. Entre estos contratos estan el de la ORA, el mantenimiento de fuentes y el servicio de mantenimiento y limpieza del cementerio, contratos cuyo plazo finalizó en esas fechas, incluidos los periodos de prórroga, y no salieron a concurso en los tiempos y condiciones que marca la ley.

Uno de los contratos en los que se detiene la Sindicatura de Cuentas es el de las obras de construcción del retén municipal de Bomberos y Policía Local de Ciutat Vella. La entidad, tras relatar las vicisitudes de este proyecto, resuelve que la conclusión del mismo se produjo con siete meses de retraso y «no consta que se hayan impuesto las penalidades» que marca la legislación vigente. Es más, «se han detectado „dice„ facturas por un importe de 235.838 euros relacionadas con el objeto del contrato y al margen de este».

En el capítulo de inversiones, el informe, en su condición aún de borrador, hace alusión a la inversión en el Pont de Fusta, que ha costado más de 11 millones y que se entregó a la empresa municipal Aumsa para que lo subcontratara con una empresa privada.