Las críticas al presupuesto del tripartito cuyas líneas maestras esbozó ayer el alcalde y que se llevará al pleno el próximo 20 de noviembre llegaron sobre todo de los grupos de la oposición, en especial del PP, cuyo portavoz, Alfonso Novo, aseguró que la ciudad cuenta con vivienda sociales suficientes y destacó que el anterior gobierno también tuvo que bregar con el problema de falta de personal. A juicio de Novo no es necesario contratar a más personal y apostó por destinar los mayores ingresoso previstos en 2016 a rebajar impuestos o realizar mejoras urbanísticas y de las dotaciones sociales.

El portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner valoró ayer el aumento del gasto corriente (12,7 millones de euros más) para potenciar las políticas de bienestar social, entre ellas, el bono social de la EMT, el programa de «escoletes» de dos a tres años impulsado por la Generalitat y el de la gratuidad de los libros de texto, así como un nuevo programa de alquiler social dotado con más de un millón de euros. Para ponerlo en marcha el alcalde explicó que se está negociando con los bancos propietarios de viviendas vacías en la ciudad.

Con todo Giner, en línea con Novo reclamó una auditoría de los bienes inmuebles del ayuntamiento para mejorar la gestión de estos edificios y estudir nuevos usos sociales.

El representante de la Cámara de Comercio tomó la palabra para criticar los problemas que tiene el comercio en el barrio de Russafa por la proliferación de terrazas, reclamando entre otras medidas más zonas de carga y descarga. El alcalde respondió que el ayuntamiento va a introducir las «máximas restricciones» a las terrazas porque «las mejoras urbanísticas y peatonalizaciones se hacen para que la gente puede pasar no para que aumenten las terrazas».