Donde mejor se deja ver el nuevo orden de prioridades del gobierno municipal del tripartito es en el presupuesto destinado a las áreas y concejalías «emergentes», especialmente la de Igualdad y Políticas inclusivas, que gestiona Isabel Lozano (Compromís), que gestionará un presupuesto de 4,6 millones de euros.

Le siguen los 2,7 millones de euros que se asignan al área de Cooperación, una abultada partida que gestionará Roberto Jaramillo (València en Comú) se destinará a la financiación, previa convocatoria de concurso público, de programas de cooperación y desarrollo con el tercer mundo y de ayuda al refugiado. Hay que recordar que Valencia se ha declarado, a raíz de la crisis de los refugiados sirios, ciudad refugio, ofreciéndose a darles acogida.El ayuntamiento, recalcó Ribó, quiere potenciar la cooperación y hacerlo con «máxima transparencia».

El área de Bienestar Animal, que gestiona Glòria Tello (Compromís), gestionará casi medio millón de euros (462.000 euros) , cantidad similar a la que tendrá la nueva concejalía de Agricultura y Pedanías (493.000 euros), al frente de la cual está Consol Castillo y que tiene ante sí el reto, no pequeño, de potenciar y proteger la huerta.

El presupuesto de bienestar animal se destinará, según explicó el alcalde ayer en la rueda de prensa de presentación de los presupuestos, a cuestiones como campañas para sensibilizar en la recogida de los excrementos de perro o la esterilización en las colonias de gatos.

El presupuesto de participación también es significativo „940.000 euros„ y se destinará a habilitar los recursos para llevar a cabo los programas de participación ciudadana del ayuntamiento, como los que se han puesto en marcha en el Cabanyal o para la elaboración de los presupuestos participativos.

De las áreas emergentes la que menor cuantía recibe es la de transparencia, con 260.000 euros.

Tras varios años de recortes en personal el presupuesto aumenta pasando de 231 millones de euros a 233 millones de euros. El ayuntamiento, tal como explicó Ribó, no tiene personal suficiente para atender los servicios. En los últimos años se ha perdido una media de cien empleados públicos por año, sin que se hayan cubierto la mayoría de vacantes. La intención del nuevo gobierno es compensar con una tasa de reposición que el año próximo supondría más de un centenar de puestos de trabajo, a los que se accederá mediante oposiciones, bolsas de trabajo y promoción interna.