La Concejalía de Acción Cultural ha descartado La Roqueta como sede de la biblioteca central de la ciudad, que ahora estará ubicada, si las negociaciones llegan a buen puerto, en el Centre Excursionista en la plaza Tavernes de la Valldigna, debido a la «complejidad» que supondría reurbanizar el entorno del antigo monasterio y reformarlo. «Habría que ampliar las aceras de La Roqueta y supone una actuación urbanística más complicada», explicó ayer la concejala delegada, María Oliver.

Además, el monasterio, situado en la calle San Vicente Mártir y propiedad municipal desde 1973, no cumple con las condiciones de «centralidad» que el consistorio requería para la instalación de la biblioteca. Buscaban, de hecho, edificios en Ciutat Vella y l'Eixample, dado que son distritos en los que hay «pocas dotaciones» de este tipo. El monasterio, pese a encontrarse junto a la plaza de España y a poca distancia de la del Ayuntamiento, se encuentra en Extramurs.

Acción Cultural necesita un edificio con al menos 600 metros cuadrados para instalar la biblioteca. Estudiaron, además del centro excursionista, con cuyos propietarios se sentará el ayuntamiento en próximas fechas para comenzar a negociar el precio, otras bibliotecas de la ciudad, como la Casa de la Reina en el Cabanyal y la Carmelina Sánchez-Cutillas, en Benicalap, donde caben los fondos municipales por espacio. Sin embargo, ambos emplazamientos se descartaron porque no estaban cerca del centro.

Con todo, la decisión de plantearse la adquisición del edificio del Centre Excursionista supondrá, en la práctica, que los fondos de la ciudad se trasladarán a un edificio con casi tres veces menos superficie que el monasterio de La Roqueta, donde el gobierno del PP se planteaba instalarla.

Mientras el centro tiene una superficie de unos 1.200 metros cuadrados divididos en tres plantas, el monasterio de San Vicente de la Roqueta tiene una superficie de más de 3.100 metros cuadrados. De hecho, el proyecto que barajaba la anterior concejala de Cultura, María Irene Beneyto, era trasladar los fondos bibliográficos —no así el archivo o la hemeroteca, que quedarían en la plaza de Maguncia— al monasterio una vez rehabilitado y mantener en el mismo una zona de homenaje al patrón de la ciudad. Este proyecto estaba avanzando pero desde Acción Cultural lo han descartado por el coste que supondría.