Hay poblaciones que se convierten en atractivo internacional por sus construcciones navideñas no arbóreas. Arriba, la considerada vela más alta del mundo, con 42 metros de alzada, atracción principal del mercado de Navidad de la pequeña ciudad alemana de Schlitz, todo un atractivo turístico, capaz de verse a muchos kilómetros de distancia y que, asombrosamente, se planta tapando un campanario. Abajo, la Cabra de Gavle, en Suecia, una estructura efímera en paja que casi siempre acaba convertida en «falla» a causa del vandalismo.