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Medio Ambiente

El tripartito reclamará a Rain Forest el suelo sin uso del parque de atracciones

Sarrià quiere anexionar los solares al jardín y a la huerta de d'Alt y rehabilitar alquerías para restaurantes

El tripartito reclamará a Rain Forest el suelo sin uso del parque de atracciones

El destino de las parcelas sin uso, que incluyen el conjunto de alquerías del Pouet, cedidas hace 14 años a la empresa Rain Forest para la construcción de un parque de atracciones podría despejarse en breve. Así lo avanzó a este diario el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, quien explicó que el ayuntamiento va a negociar con la citada empresa, concesionaria también del Bioparc, la recuperación de esos solares (30.000 m2) para anexionarlos al Parque de Cabecera y completar este espacio verde. Es, a juicio del concejal de Desarrollo Urbano, la solución más sencilla para estos terrenos para los cuales se han barajado los usos más dispares, desde un museo del fútbol hasta un «camping» urbano vinculado al agroturismo. Este último uso fue una propuesta del alcalde, Joan Ribó, cuando estaba en la oposición, quien planteo un modelo turístico alternativo al de los hoteles de lujo.

Dentro del ámbito del Parque de Cabecera, cuya expropiación costó al ayuntamiento más de 30 millones de euros y supuso el desalojo de alquerías y huerta de Campanar en pleno uso, se incluyen unos terrenos Rain Forest tiene la concesión de uso. Sarrià explicó que el nuevo gobierno del tripartito (Compromís, PSPV y Valencia en Comú) reconoce esa concesión pero «consideramos que si no se ejecutan las previsiones no es de recibo que haya un suelo bloqueado y un conjunto de alquerías que se están degradando». «Esto exige una decisión a corto plazo para darle un uso digno a estos suelos y así se lo queremos trasladar a Rain Forest». El ayuntamiento, explicó Sarrià, baraja la idea de ampliar el parque pero no se cierra a otras posibles fórmulas de gestión de estos suelos.

El fuerte desembolso (55 millones de euros) que Rain Forest hizo en el Bioparc, un moderno zoo de inmersión que recrea los hábitats de África y que abrió sus puertas en febrero de 2008, y la crisis económica postergaron «sine die» el parque de atracciones. En 2010, el Ayuntamiento de Valencia tuvo que acudir en rescate del Bioparc y avalarlo para que los bancos le permitieran refinanciar una deuda de 45 millones de euros. Rain Forest, que ha optado sin éxito a la gestión de l'Oceanogràfic, ha descartado a corto plazo la ejecución del parque de atracciones, pero no parece dispuesta a renunciar a unos terrenos que no dejan de ser un activo.

«Ellos tienen la concesión pero consideramos que si no la ejercen deberían permitir que el ayuntamiento pueda impulsar un nuevo uso a toda esa zona». La incorporación de estos terrenos al Parque de Cabecera encaja además, señala Sarriá, con la nueva filosofía del PGOU de no ocupar más zona de huerta y de proteger, en concreto, la partida de «d'Alt», y «ese triángulo de huerta de gran valor en Campanar». Regenerar las pastillas de suelo sin uso en el entorno del Bioparc, que en la actualidad se encuentran degradadas, con maleza y suciedad, «refuerza el carácter fronterizo de esos terrenos como zona de huerta protegida», destacó el concejal de Desarrollo Urbano, quien recalcó además en relación a las alquerías del Pouet, en estado ruinoso, que «este patrimonio tiene que rehabilitarse y darle un uso lúdico». Posiblemente como espacio de restauración, tal como estaba previsto en el proyecto inicial del Bioparc y el Parque de Atracciones.

El Ayuntamiento de Valencia adjudicó en noviembre de 2001 a Rain Forest una parcela de 130.000 metros cuadrados para construir y explotar durante 50 años un nuevo zoo (el Bioparc), un parque de atracciones y un aparcamiento de mil plazas. Para entonces, ya se había quedado por el camino la idea de reservar un espacio permanente en el Parque de Cabecera para la tradicional feria de atracciones. La Generalitat en la etapa Zaplana lanzó la idea hacer allí un museo de la FIFA pero el proyecto no llegó a puerto. Rain Forest presentó en 2004 un proyecto básico para el parque de atracciones reconvirtiéndolo en una especie de parque acuático. En noviembre de 2005, el proyecto dio un giro hacia un parque temático ambientado en China con osos panda. En julio de 2006 Rain Forest anunció que instalaría en los terrenos sin uso una noria gigante. Ninguna propuesta ha cuajado, como tampoco la de un campo de golf, un centro ecuestre o el «camping».

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