El albergue de Casa Caridad Valencia llegó a su tope el pasado mes octubre, cuando completó su aforo por primera vez en muchos años, un hecho que pone en evidencia el aumento de personas en riesgo de exclusión social que se acogen a los servicios de la entidad caritativa. Cada vez son más jóvenes los que acuden a los centros de la ONG, y también ha aumentado el número de pernoctaciones de mayores de 65 años los que acuden a sus albergues.

Casa Caridad ha presentado esta mañana el III Informe de las Personas Sin Hogar, donde alerta sobre la cronificación de la pobreza. Por su eso, la puesta en marcha del nuevo Multicentro social, que ha tenido un coste de 4,3 millones de euros y está situado en Benicalap, "es una necesidad y una oportunidad" por el grave momento que vivimos, ha explicado el presidente de Casa Caridad, Antonio Casanova.

El vicepresidente de la asociación, Luis Miralles, ha explicado que la mitad de los usuarios que solicitan alojamiento ya han pasado por los albergues de Casa Caridad en otra ocasión, pero "ahora acuden en peores condiciones y mucho más mayores", lo que indica la cronificación de la pobreza. "El perfil del usuario que acude a Casa Caridad va cambiando; primero se incorporaron los niños, después las mujeres y ahora el problema es que las personas están en exclusión social mucho más tiempo", ha apostillado.

Miralles también ha destacado que ha aumentado el número de jóvenes con algún tipo de enfermedad a causa de las adicciones o tras su paso por un centro de menores. Así, pese a que el rango de edad más habitual es el comprendido entre los 41 y los 65 años (53%), los menores de 18 años se encuentran en torno al 10 por ciento y el 31 por ciento tienen entre 18 y 40 años.

Por nacionalidad, el 44 por ciento de los usuarios de los albergues son españoles y el 56 son extranjeros, en especial búlgaros, rumanos y marroquíes; mientras que, por sexo, el 79 por ciento son hombres y el 21 mujeres. Además, el perfil más habitual es el de personas inmigrantes, sin hogar y que van de una ciudad a otra.

En cuanto al balance de 2015, Miralles ha indicado que las raciones servidas han descendido un 15 por ciento pero, a la espera de los datos definitivos, esperan que las pernoctaciones muestren cifras altas, ya que en octubre tuvieron el albergue al cien por cien, algo que no se había producido "prácticamente nunca".