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Y sin embargo me quedo

Feliz votación

Feliz votación

Ya comenté que no me gusta la Navidad. Es una época del año deprimente, falsa y tiránica. Igual que una campaña electoral nacional. Ups! Encima este año ración doble. Mi chico fantaseaba hace poco con la mezcla de las dos cosas. Yo veo los anuncios de colonia y me imagino en ellos a Pedro Sánchez con su camisa blanca al viento. Esos anuncios que no tienen nada que ver con lo que están vendiendo y que parece que sólo les interesa la imagen. Hablo de los de colonia, no de los espots de la campaña, o no. Veo a esos hermanitos discutiendo en el escaparate de una tienda de juguetes, lo quieren todo y no dejar nada para el otro, cuando uno de ellos le dice que es un egoísta la respuesta inmediata de su hermanito es «y tú más». Hablo de los niños en vacaciones, no del debate a dos. O sí.

Esa cena de Nochebuena en la que todos los cuñados intentan ser el más gracioso, el más ocurrente, el que reciba más atenciones de la suegra. Hablo de la cena, no del debate a cuatro, o no. Y las ofertas, los carteles llamativos, las luces, la música, regalar a los niños globos y piruletas, dar a los papás miles de folletos por la calle. Hablo de los reclamos comerciales, no de las carpas de los partidos, o si. Va a llegar un momento que no vamos a saber si estamos sentando a nuestros niños en el regazo de Papá Noel para hacer sus oportunas peticiones o en el de un candidato pidiendo el voto. No sabremos si votar a los niños o regalar juguetes a los políticos, todos piden.

Y luego están los lemas que no sabes si te venden algo o te piden el voto. «Un futuro para la mayoría» sería el eslogan de un monovolumen familiar. «Con ilusión» suena a reclamo de agencia de viajes, «Más España» suena a jamón serrano o aceite de oliva y «España en serio» suena directamente a cachondeo, como si fuera el eslogan de El Jueves. Y ves esa carita de no haber roto un plato en su vida, que con voz tierna te dice que se ha portado muy bien, que ha hecho todas sus tareas, que ha mejorado mucho en todo pero tú sabes que es mentira, que lo hace sólo para conseguir lo que quiere y que al día siguiente seguirá igual. Ahora hablaba de los niños, de tus hijos y sobrinos.

Luego pones mucha ilusión pidiendo cosas esperando que se cumpla todo lo que se espera de ellos y a la hora de la verdad te encuentras con unos calcetines. Y cuando ves los calcetines te das cuenta de que no se fijan en ti, que si lo hicieran te habrían conseguido eso que de verdad necesitabas, si estuvieran en tu vida, en tu día a día, conocerían de verdad tus necesidades, pero están lejos, muy lejos en un mundo en el que sólo se relacionan con sus pajes que por supuesto todo lo ven bien y sólo les dicen lo que quieren oír, te das cuenta de que sólo les interesas un día, el día que vas con tu sobre, el resto de tu existencia eres un número más para ellos. Y ves lo que les han traído a los demás y te das cuenta de que tampoco los conocen. Que viven en sus palacios y sólo por un momento bajan a la tierra en cabalgata y viajan en carroza. Y si, ahora hablaba de los candidatos.

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