Papá Noel se ha modernizado y ha cambiado el trineo y los renos por una moto de gran cilindrada. Al menos, eso es lo que pensó quien se cruzó ayer con un grupo de unos trescientos motoristas disfrazados del Papá Noel que repartieron regalos y juguetes.

El recién constituido club motero «Quemant roda» decidió organizar una colecta y regalar objetos de necesidad a las 16 familias que viven en la Casa Ronald McDonald, donde se alojan niños y jóvenes que reciben un tratamiento médico duradero y tienen su domicilio habitual a más de 50 kilómetros del hospital La Fe.

En principio, gracias al «boca a boca», las redes sociales y los mensajes móviles, unas 80 personas se comprometieron a participar y reunieron 500 euros con los que compraron 16 cestas de Navidad y material de cocina útil para las familias. Pero como explicó ayer Javier Murad, uno de los moteros participantes, «se nos fue de las manos», y al final se juntaron unos 300 amantes de las dos ruedas, que aportaron más regalos, como juguetes y gorras de marca.

Tanto los integrantes de la caravana motera, como desde la fundación de McDonald´s, calificaron de «muy positiva» la experiencia y las tres horas de visita, que sirvieron para animar y contentar a los pequeños y jóvenes, contó Javier Murad a este periódico.

Tras la acción, que duró de las 16.30 a las 19 horas aproximadamente, los motoristas dieron una vuelta por el centro de Valencia, pasando por calles tan importantes como Guillén de Castro, Colón y el Bulevar Sur, la calzada de las cuales se llenó de muchos Papá Noel sobre dos ruedas.

Los viandantes fotografiaban y saludaban a los motoristas, quienes acabaron su viaje muy contentos y sin haber sufrido ningún incidente.