La plaza del Ayuntamiento de Valencia completó su aforo la noche de Fin de Año. La fiesta impulsada por la Concejalía de Cultura Popular fue un «éxito» y congregó a 15.000 personas —superando, según estimó el ayuntamiento, las cifras de la asistencia de la «mascletà»— que quisieron tomar las tradicionales uvas de la suerte y recibir el nuevo año en este céntrico emplazamiento. El nuevo gobierno municipal quiere convertir la plaza del Ayuntamiento en la Puerta del Sol valenciana consolidando una tradición que hasta ahora no existía.

En vez de presentadores famosos para retransmitir las campanadas, los maestros de ceremonias en la plaza del Ayuntamiento fueron los «disc-jockey» Paco Plaza, Ley Dj y ElyElla Dj's que animaron el ambiente desde el balcón del ayuntamiento. Finalmente no se pudo disparar desde este mirador el espectáculo pirotécnico anunciado por el ayuntamiento y prohibido por la Delegación de Gobierno. Los valencianos, sin embargo, no renunciaron a la polvora y en la plaza hubo pirotecnia improvisada lanzada por el público y desde los balcones y terrazas recayentes a la plaza.

El equipo de gobierno de Joan Ribó ha decidido organizar por primera vez este fiesta de Nochevieja, con un presupuesto de 29.000 euros, «para consolidar la oferta de Navidad de la ciudad y ofrecer más atractivos».

El edil de Fiestas, Pere Fuset, quien se comió las uvas en la plaza con Joan Ribó, aseguró ayer que la ciudad «ha hecho historia» con la fiesta de bienvenida al nuevo año, valoró el ejemplo de «civismo» de los asistentes y confió en que el año próximo pueda haber espectáculo pirotécnico. También estuvo la concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, a cuya delegación le toca limpiar la basura del fin de año, especialmente abundante, en zonas como el entorno de la Ciudad de las Ciencias, donde se celebró otra de las fiestas multitudinarias. En la plaza del Ayuntamiento, donde no se permitía la entrada de botellas de vidrio, dominó el ambiente festivo. La fiesta acabó a la 1.30 horas. A algunos se les hizo corto.