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El consistorio prestará especial atención a la avenida Blasco Ibáñez

El cruce del Clínico y el comienzo de la avenida, en Viveros, sufren varios accidentes a lo largo del año

Valencia no tiene puntos negros en lo que a accidentes se refiere, pero sí tiene calles donde se circula más rápido de lo habitual y que, por tanto, son más proclives a protagonizar accidentes de tráfico. Es el caso de las grandes vías, el bulevar sur y, sobre todo, la avenida Blasco Ibáñez. Es una de las más largas de la ciudad y cuenta con facultades en ambas aceras, por lo que el cruce de peatones es constante. Además, está rodeada de zonas de fiesta y une la fachada marítima de la ciudad con el mismo centro.

Por todo ello, el nuevo consistorio vigila esta zona para ver cómo se pueden reducir los accidentes. Como ya hiciera el anterior ejecutivo municipal, prestan especial atención al cruce frente al Hospital Clínico, donde la regulación semafórica permite que los coches que acceden a Blasco Ibáñez desde el Puente de las Flores y la calle Doctor Moliner lo hagan a altas velocidades, según Grezzi. Ese cruce, situado en las cercanías del Estadio de Mestalla y de facultades como la de Medicina o la de Historia de la Universitat de València, ya ha protagonizado varios atropellos o accidentes graves.

Sin ir más lejos, en 2010 murieron tres jóvenes en apenas 18 días en el mismo punto. El pasado 18 de diciembre, un conductor que dio positivo en el test de alcoholemia se estrelló contra otro turismo al enfilar Blasco Ibáñez desde Gómez Ferrer. Desde 2010 han muerto cinco personas en ese cruce de la ciudad, uno de los más conflictivos y de los que más preocupan al Ayuntamiento de Valencia.

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