Decenas de personas se concentraron ayer frente al consulado turco en Valencia en solidaridad con el pueblo kurdo y los movimientos sociales turcos, «víctimas de la brutal represión del gobierno de Ankara y del silencio de la UE», según explicaron los convocantes, varios colectivos valencianos entre los que se contaba CGT.

Los asistentes hicieron llegar un comunicado al consulado en el que se ponía de manifiesto «la solidaridad con las personas que padecen la violencia y el dolor», haciéndola extensiva «a las víctimas del atentado de esta misma semana en Estambul y a sus familias».

En el acto, que también se celebró en ciudades como Madrid y Barcelona, se exigió públicamente al gobierno de Turquía «el cese de cualquier hostilidad contra la población kurda y contra los activistas sociales, periodistas y grupos disidentes turcos». Además, los convocantes pidieron a las autoridades europeas «un mayor esfuerzo para actuar como observadores y garantes de los derechos y libertades de todos los países en conflicto».