Joan Calabuig y Antoni Bernabé explicaron ayer el nuevo modelo turístico de la ciudad, que se resume en «inteligente y sostenible». Frente a los grandes eventos, «que todavía tendrán que pagar nuestros biznietos», se planea una nueva estrategia con productos más segmentados y rentables.

Uno de ellos es el turismo cultural, que en Valencia no está suficientemente explotado y que ahora ofrece, por ejemplo, la oportunidad de la Ruta de la Seda.

También se potenciará el turismo de congresos, para lo cual se ha empezado a trabajar con el Palacio de Congresos, Feria Valencia y la Ciudad de las Artes y las Ciencias con la intención de hacer una oferta coordinada y no primar a nadie. Ya hay, según Calabuig, 30 congresos confirmados de las 117 ofertas presentadas.

Y todo esto se hará con la participación del sector, para lo cual trabajan en la creación del Consell Turístic Municipal, en el que estarán los vecinos para tratar también el tema de las molestias.

Equilibrio

En este sentido, Calabuig explicó que el nuevo equipo de Gobierno persigue un modelo turístico equilibrado, donde haya «low cost», oferta para clases medias y turismo de lujo. Su idea es seguir mejorando la oferta en cuanto a precios y que no se desborde la oferta de bajo coste. «Ni todo de Rolls Royce y ni todo de mochila», dijo Calabuig, quien asegura que la virtud está en el equilibrio.

Para ello, aseguró que en el mes de febrero estará sobre la mesa una nueva reglamentación de los apartamentos turísticos, que son los que, debido a la falta de normativa, más ilegalidades y molestias a los vecinos generan.