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Reinvención con esencia

Seligra entra en el siglo XXI

El local de la calle Hernán Cortés remodela sus instalaciones para adaptarse a los nuevos tiempos pero mantiene su programa de confección de trajes en ocho pasos

Seligra entra en el siglo XXI

La sastrería Seligra es la última gran sastrería que queda en Valencia y tiene medio siglo de historia. Sin embargo, con la llegada de una nueva generación de «Seligras» a la dirección del local han decidido renovarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Su fundador, Vicente Seligra, ya fallecido, fue vicepresidente de la Asociación Mundial de Sastres y vistió a dirigentes y hombres de negocios. Ahora se ha hecho cargo del local su hija, Rosa Seligra, que ha decidido cambiar la cara al establecimiento de la calle Hernán Cortés.

«La herencia de mi padre es infinita. Era una persona con mucha clase, talante y carisma. Él quería que venir a Seligra fuera una de las mejores experiencias en la vida para un hombre, y eso es lo que seguimos haciendo en nuestra sastrería», explica Rosa, que dirige ahora un local que estrena instalaciones pero sigue atesorando en su interior joyas como cartas de la Casa Real que Víctor Seligra tuvo con la Familia Real.

La idea de Rosa es mantener la filosofía «Seligra» básica: crear trajes a medida con un proceso laborioso que implica el trabajo de un sastre, un costurero y varias pruebas. Desde Seligra aseguran que la diferencia entre comprar un traje o hacerlo a medida es «abismal» y comienza «con el trato personalizado» que ofrecen a sus clientes. En concreto, cada traje se elabora mediante un proceso de ocho pasos: toma de 21 medidas, selección de tejidos, creación del patrón, corte, primera prueba, ajuste y re-cortado, segunda prueba y preparación para la entrega. Mantienen el proceso como lo ideara Víctor Seligra en 1965.

Pese a las novedades introducidas en el local, en Seligra hacen bandera de su historia. Seligra abrió el primer local en la calle Roger de Lauria en 1965, y poco después se trasladó al número 1 de la calle Hernán Cortés. «Con la convicción de que un hombre nunca revela el nombre de su sastre, fue discreto confidente y asesor de todos sus clientes», explican desde Seligra, donde destacan que el patriarca de la familia «vistió a dirigentes y hombres de negocios de todo el mundo». «Llevó a Valencia al máximo nivel de la moda y fue durante 12 años presidente del Gremio de Sastres y Modistas de Valencia», destacan.

Un sastre histórico

Seligra se convirtió en una autoridad no sólo a nivel de la ciudad. Fue presidente del gremio de España durante cuatro años, durante los cuales fue el precursor y organizador del único certamen mundial de sastres y modistas que se ha celebrado en España. Además, fue vicepresidente de la Asociación Mundial de Sastres.

Seligra falleció en 2010, y desde entonces su familia ha intentado mantener a flote un negocio que se ha consolidado como la única gran sastrería que queda en Valencia. Ahora, se renuevan para entrar al siglo XXI con la fuerza con la que su ilustre familiar irrumpió en la ciudad.

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