El paro registró en Valencia un descenso interanual, entre la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2014 y la del último de 2015, de más de 13.000 personas. Los datos los facilitaba ayer el responsable del Área de Desarrollo Económico, Joan Calabuig. El socialista apuntaba que Valencia se empieza a mover con «una velocidad de crucero bastante elevada». La tasa de paro al finalizar el pasado año era del 18´93 %, frente al 21´7 % registrada en el segundo trimestre, lo cual demuestra que la recuperación del empleo en la ciudad se produjo sobre todo en el segundo semestre. «Frente a la imagen preocupante que se está ofreciendo como consecuencia de los últimos casos de corrupción protagonizados por el Partido Popular, también se producen noticias buenas, como este descenso del desempleo, que sitúa las cifras del paro por debajo de la provincia, de la Comunidad Valenciana y del resto de España, y abre un futuro esperanzador para la creación de empleo», señalaba.

Calabuig recordaba ayer que en los peores momentos de la crisis el paro llegó a situarse por encima del 26%. Los sectores con mayor reducción del número de desempleados son la construcción, «donde se ha producido una reactivación más relacionada con la rehabilitación que con obra nueva y se han creado más de 4.000 empleos»; servicios, con 3.400 nuevos trabajadores ocupados, «y también hay que destacar un repunte de 1.400 puestos de trabajo en la industria», de acuerdo con los datos facilitados por Calabuig. El portavoz del grupo municipal socialista añadía que el descenso ha sido mayor entre las mujeres desocupadas que entre los hombres. «Estamos en un entorno que ofrece más seguridad que otras zonas del Mediterráneo. No podemos hacer planteamientos triunfalistas, pero sí afirmar que el nuevo gobierno municipal ha contribuido con todos los medios a su alcance a crear un clima positivo para la inversión, y el entorno de credibilidad que necesitamos», manifestaba.

«Ahora tenemos que seguir trabajando para superar los problemas de reputación que sufre la ciudad por culpa de algunos, para que Valencia vuelva a ver su nombre asociado al dinamismo y la creatividad», dijo. El papel que en esta tarea correspondería al Ayuntamiento pasaría por «agilizar las licencias de actividad y urbanísticas y ser más eficientes en nuestros servicios de empleo, de orientación y formación de los trabajadores, dándole también mayor importancia a la adaptación entre la oferta y la demanda y a mejorar los accesos a los servicios vía telemática. «Tenemos la esperanza de que al final del mandato las cifras se acerquen a una reducción hasta la mitad de las que nos encontramos al iniciar la legislatura. Creemos que no es un planteamiento de un optimismo desbordante, porque Valencia tiene margen para crecer». «Valencia ha empezado a moverse con una cierta solidez y optimismo. Estamos en un entorno económico de crecimiento, con buena velocidad de crucero para seguir la senda de reducción del desempleo», aseguraba Calabuig, quien ha recordado que al principio de la legislatura había en la ciudad alrededor de 100.000 personas desocupadas.