Sí, me niego. No estoy dispuesta a admitir la opinión que se está generalizando en los últimos días. Me niego a aceptar que todos los políticos somos corruptos; que nos dedicamos a la política por dinero y no por vocación de servicio. No soporto esa generalización de que «todos son iguales» o que cuando uno se acerca al poder se transforma. No, somos muchas y muchos los que hemos dedicado nuestra vida a la política porque sentíamos que era necesario actuar, echar una mano, trabajar para que las cosas fueran a mejor. He pasado muchos años de mi vida dedicados, casi por completo, a esta labor, a la política. Después de mi familia, mi partido. Por eso no, no voy a permitir que nos inunde el fango hasta ahogarnos y voy a luchar para evitarlo, desde donde estoy y allá donde el destino me pueda llevar.
Basta ya de corrupción, no aguanto más. El dolor que me traspasa en las últimas semanas no hace más que darme fuerza. No voy a esconderme, ni a encerrarme en el sótano mientras pasa el tornado. Seguiré dando la cara. Vivimos unos momentos bajos. Algunos han caído en la trampa, en la maldita tentación y parece que todo se viene abajo. Pero no, nuestros cimientos son fuertes, nuestras bases (las del Partido Popular ), también doloridas, están dispuestas a seguir adelante. La situación política actual es tan delicada que no hay tiempo de lamentaciones, no podemos caer en shock, hay que reaccionar y hacerlo ya. Hay que erradicar esa lacra de nuestro partido con toda la contundencia que ya se ha anunciado y hacerlo con celeridad.
No podemos permitir que la situación se enquiste como los «eres» en Andalucía o los «Pujol» en Cataluña. Nuestra presidenta regional Isabel Bonig ha sido clara y todos los demás afiliados tenemos que apoyar su decisión. Son muchos los valencianos y las valencianas que se identifican con la base ideológica del Partido Popular y necesitan seguridad, saber que el barco no va a la deriva, que cuentan con una tripulación experimentada y preparada y que ya han sabido sortear otras tormentas. Necesitan personas que los representen en las administraciones y que lo hagan con toda la dignidad que este pueblo merece. Sí, es posible. Sí se puede trabajar en política y mantenerse al margen. La serpiente puede asomar y ofrecer la manzana? Y lo hace en todos los ámbitos, no sólo en la política. Pero ahí ya es la persona la que decide morder o no. Y les aseguro que llega un momento en que los reptiles pierden el interés porque saben que no hay nada que rascar.
Por eso, a los votantes y simpatizantes del PP les digo que no se desanimen; que no se dejen llevar por algunos titulares. En España no existe impunidad. Los delitos se persiguen,con independencia de su autor y de la formación política a la que pertenezcan, a pesar de que algunos disfruten haciendo la mancha más grande de lo que es intentando así tapar otras mayores que tienen en sus partidos. Respiren hondo y analicen, porque está claro que lo que ha pasado en nuestra tierra está mal pero incomparable con lo que lleva años pasando con otros partidos como el PSOE en Andalucía, con Convergencia en Cataluña o la relación de Podemos con Irán y Venezuela.
