En la reunión que mantuvieron ayer el presidente de la Generalitat y el alcalde de Valencia también se habló de contaminación atmosférica. Es «un tema que nos preocupa», dijo Joan Ribó, quien planteó a Ximo Puig la posibilidad de volver a instalar estaciones de medición —de gestión autonómica— en las calles del centro, en puntos con altos niveles de tráfico. Joan Ribó aseguró que el ayuntamiento quiere tener mediciones serias sobre los niveles de contaminación en puntos críticos, como la calle Linares, donde estaba una de las cuatro estaciones de medición trasladadas a parques —esta en concreto al de Cabecera— y a zonas suburbanas —como la Universidad Politécnica— por el anterior gobierno del PP, al que se acusó de querer maquillar los datos de la polución del tráfico.

Ribó valoró ayer las medidas que han anunciado ciudades como Paris para limitar la circulación de vehículos diesel, más contaminantes que los de gasolina. En Valencia, dijo Ribó, de cada 100 litros de combustible más de 79 son de gasoil. Ribó aseguró que «Valencia tiene una situación mejor que Madrid, Bilbao y Barcelona porque los vientos marinos dispersan normalmente la contaminación, pero necesitamos mediciones serias». «Queremos tener medidores de fondo pero también medidores en las zonas con niveles de contaminación elevados, que es lo que nos falta».

«Una vez tengamos los datos, y sepamos como están los niveles de alerta, se aplicarán las medidas y se podrán aplicar planes de prevención e informar a la población», destacó el regidor, quien subrayó el hecho de que «cuando aparecen unos niveles de contaminantes altos sobre todo relacionados con las emisiones del gasoil aumentan las entradas por enfermedades cardiovasculares en los hospitales». «Este es un problema de salud y queremos abordarlo con seriedad», recalcó Joan Ribó.

Ximo Puig también respaldó ayer el acuerdo sobre libertad de horarios comerciales que reduce de cinco a dos las zonas que podrán abrir en festivo.