El Consorcio Valencia 2007 licitará los pliegos de condiciones para las obras de rehabilitación estructural del Tinglado 2 del puerto de Valencia en marzo con un presupuesto de 650.000 euros y sin vincularlo a un uso concreto. El destino futuro del edificio, por cuya gestión se interesaron en su momento dos inversores, se determinará en un pliego de explotación aparte. Los pliegos se dejarán abiertos para «un espacio multifuncional» con distintos usos vinculados con el principal, que es el terciario. El anterior gobierno de Rita Barberá apostó por dedicar el Tinglado modernista, obra de José María Fuster y Fausto Elio, a «mercado gourmet», si bien el nuevo ayuntamiento querría dar cabida a otro tipo de proyectos y actividades.
El Consorcio Valencia 2007 ha recibido dos propuestas para la explotación de los Tinglados, una de ellas la que adelantó este diario para la ubicación en este antiguo almacén, un amplio espacio diáfano, de un mercado «goumet» y otra con una vertiente más comercial. El retraso en la licitación de este espacio, cuya restauración se presupuesto inicialmente en 400.000 euros y ahora ya está en 650.000 euros (un 65% más), habría desanimado a algunos inversores. La exclusión de la marina real de la zona de libertad de horarios comerciales tampoco ayuda.Como quiera el nuevo uso del edificio se decidirá una vez ejecutada la consolidación estructural del edificio que la pasada semana recibió la licencia de intervención para la primera fase de obras por parte de la Concejalía de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Valencia. La intervención que se licitará en breve incluye las actuaciones «urgentes necesarias para la seguridad, salubridad y ornato del edificio». En una segunda fase se llevarán a cabo las intervenciones que complementarán aspectos relativos a la imagen histórica del edificio catalogado recuperando sus valores. Por último, en una tercera fase se adecuará el edificio a una actividad concreta.
La corrosión por óxido de la estructura metálica, la pérdida de elementos estructurales, como carpinterías y cristales y las grietas son algunas de las patologías del edificio, al que ahora se dotará de un sistema de protección para palomas.
