Una resolución del juzgado de primera instancia número 7 de Valencia que obliga a destinar todos los ingresos y rentas que generen las concesiones de la Marina Real Juan Carlos I a pagar la deuda contraída con el Banco Santander aboca casi a la quiebra al Consorcio Valencia 2007. Una resolución de octubre de 2015 ya embargó las rentas procedentes de la empresa concesionaria del Veles e Vents (Heineken y la Sucursal), para destinarlas a enjugar la deuda con la citada entidad de crédito contraída para la celebración de la Copa del América.

Dado que el embargo de las rentas del Veles e Vents, era insuficiente para cubrir los 12 millones de deuda que reclama el Santander, el banco instó a embargar concesiones anteriores. Ahora esta nueva resolución, notificada el pasado 11 de febrero a la Abogacía del Estado, también permite al banco embargar el canon de la Fundación EDEM, impulsora de centro de emprendedores del empresario Juan Roig en la Marina Real.

Asfixia previsible

El juzgado abre así la puerta a que el banco pueda embargar las rentas de concesiones de futuro como las ya existentes, lo que llevará hasta la asfixia económica del Consorcio. La entidad apenas tendría capacidad económica, más allá de las aportaciones patrimoniales de las tres administraciones implicadas (estatal, autonómica y local) para asumir el mantenimiento de las instalaciones.

En septiembre de 2014 el juzgado dictó orden de ejecución del pago de 12 millones reclamados por el Santander al Consorcio Valencia 2007 autorizando al embargo, no de los bienes del consorcio por tratarse de un organismo de interés público, pero sí de sus ingresos y rentas.

El ayuntamiento gobernado por el tripartito (Compromís, PSPV y València en Comú) reclamó al Gobierno,en concreto al secretario de Estado de Administración Pública, Antonio Beteta, como representante del Consorcio que mediase con el Santander para conseguir una moratoria en los pagos. Fuentes de Alcaldía denunciaron ayer que queda en evidencia que el Gobierno no ha hecho nada por negociar con el Santander y salvar la situación del Consorcio, lo que denota, a su juicio, una «total irresponsabilidad y falta de interés por lo que ocurre en Valencia».

El Consorcio Valencia 2007, el organismo responsable de la gestión y explotación de los edificios de la Copa del América, arrastra una deuda de 440 millones de euros por las obras realizadas, de los cuales 330 están avalados por el Estado, el resto (66) millones es deuda con el Santander, correspondiente a una póliza de crédito (54 millones) y a un préstamo (12 millones) para hacer frente a pago de la anterior, cuyo pago es el que está ejecutando ahora el Santander.

Las concesiones y amarres de la Marina Real están generando unos ingresos de seis millones al Consorcio Valencia 2007, que calcula que el recinto podría llegar a generar 19 millones de euros cuando todas las concesiones estén operativas. La puesta en marcha del centro de innovadores de EDEM, junto con el Club de Playa y el Veles e Vents aportarían unos ingresos anuales cercanos al millón de euros.