El grupo municipal del PP devuelve el golpe «Ritaleaks». El portavoz del PP Alfonso Novo, imputado en la operación Taula junto con la mayoría de concejales de su grupo, anunció ayer que presentará una denuncia en la Fiscalía contra el alcalde, Joan Ribó, por cargar al Ayuntamiento los 7.212 euros que costó el viaje a A Coruña del 27 y 28 de noviembre para asistir a un encuentro de «alcaldes del cambio».

Tal como informó este diario, el gobierno tripartito (Compromís, PSPV y Valencia en Comú) hizo públicos en enero pasado los gastos del encuentro de alcaldes de las mareas, que fueron asumidos por la Alcaldía, el Servicio de Personal y la fundación InnDEA. La delegación de Ribó la formaban 12 personas, entre las que estaban los concejales Jordi Peris, Glòria Tello, María Oliver y Berto Jaramillo así como asesores y técnicos municipales.

El viaje a la capital gallega fue puesto como ejemplo de austeridad en el gasto por parte del tripartito que aseguró gastar gasta diez veces menos que el PP. Ribó, que llevó en la anterior legislatura a la fiscalía el denominado «Ritaleaks» por el dispendio de 278.000 euros en comidas y viajes de Rita Barberá, entre ellos el que hizo para ir al entierro de Manuel Fraga, cree que el viaje a A Coruña forma es un acto institucional.

Los populares, sin embargo, entienden que es un acto de partido, realizado en precampaña y con los regidores de Podemos y las plataformas ciudanas próximas, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el alcalde de Cádiz, José María González el de Zaragoza, José Santisteve y la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre. El acto lo cerró el dirigente de Podemos Iñigo Errejón.

Para Novo «se trata claramente de actos de partido, como así lo recogió la prensa gallega, con representantes de partidos afines a Podemos y Compromis, cuyos gastos en el caso del señor Ribó se pagaron con dinero público».

Fuentes de Alcaldía reprocharon ayer al PP, un partido investigado por blanqueo de dinero «intente meter a todos en el mismo saco». Añadieron que fue un viaje austero (toda la delegación viajó en clase turista) para asistir a unas «jornadas de trabajo» de las que ya se dio cuenta al PP en una comisión informativa.