Un grupo de vecinos de Russafa ha elevado una queja al consistorio por la instalación de lo que consideran «las megaluces» en la calle Sueca , «un invento sin ninguna tradición, salvo en la Feria de Abril de Sevilla». Los vecinos, que no ocultan su indignación por las molestias que genera, pretender hacer llegar su carta de protesta al mismo alcalde Joan Ribó, advirtiéndole del peligro en el montaje de las grandes estructuras lumínicas. «Se ve claramente que estos señores llegan y atan maderas y cables a su antojo en todas las fachadas, balcones privados y donde quieren sin consultar a nadie, sin ninguna seguridad, con niños, ancianos, perros y demás circulando por el barrio. La Policía Local lo sabe bien. Sólo hay que ir una mañana para verlo», manifiestan.

Acto seguido trasladan varias preguntas a Ribó, como qué tipo de normativa existe «sobre la instalación de luces por parte de una comisión fallera privada en edificios particulares, algunos de cien años de antigüedad», o bien por «cuál es la normativa que permite la libre instalación de grúas en las aceras pasando gente por debajo, con acero y postes gigantes de madera sin control de ningún tipo», o si existe algún estudio arquitectónico que avale «esta instalación mastodóntica».

Entre las denuncias, incluyen el hecho de que los operarios trabajen en domingo «como siempre sin respetar la fecha y sin respetar nada, tirando anclajes a su aire». Inciden, además, en qué se les explique «de dónde se toma la luz», además de quejarse hondamente de la instalación de «tenderetes» por parte de las comisiones falleras privadas, a las que en su opinión parece asistirles «el derecho de pernada».