Más de doscientas páginas presenta una enorme edición del Ayuntamiento de Villena, que en las mismas evoca las gestas de algunos de sus hijos que llevaron el nombre de la población por otras latitudes y que triunfaron en diferentes sectores; entre ellos, por ejemplo, Ruperto Chapí, compositor, entre otras muchas -muchísimas- zarzuelas y canciones, «La Revoltosa» o «La Chulapona».

Pero en Valencia nos ha llamado especialmente la atención seis extensas páginas dedicadas a un personaje singular, Miguel Guardiola Lázaro, que en esta Ciudad desarrolló una extensa actividad profesional, social y humana, y cuyas realizaciones han quedado para siempre.

Miguel Guardiola nació en la citada localidad alicantina -por tanto, valenciana- en el año 1929, en el mes de enero; y con catorce años se trasladó a Valencia, donde ejerció puestos en diferentes empresas, entre ellas, una cerrajería artística, que le encauzó para aguzar el ingenio y llevar a cabo actividades que ya le aficionaron para siempre.

Fue conserje en el cine Avenida y, cuando cumplió los veintidós años, al fallecer su padre, pasó a ocupar el puesto de éste, siendo después, en 1951, el operador de la sala de proyección tras conseguir el carnet profesional

En el año 1956 fue noticia importante su participación en la extinción de un fuego que se produjo en la calle del doctor Sumsi, donde se encontraban los almacenes de la productora local -y nacional, e internacional- Cifesa, pues por su trabajo en el cine había visitado repetidamente aquel local; y con ese conocimiento acompañó a los bomberos, lograron evitar que ardieran miles de inflamables películas allí conservadas y su interés por la tecnología contra el fuego se le produjo de manera que ya hizo numerosos estudios sobre el tema. A la posteridad ha pasado su creación de la que llamó «la motocicleta del bombero», un vehículo preparado para que estos profesionales, sin recurrir a camiones ni transportes amplios, en una moto pudiesen ir acompañados del material necesario para los primeros auxilios. La moto fue presentada catorce años después en el Congreso Estatal de Bomberos que se celebraba en Valencia y dos años más tarde en Barcelona

Pero una labor destacable de nuestro personaje, este hijo natural de Villena pero adoptivo en Valencia desde hace más de medio siglo., ha sido su tarea asistencial, benéfica, social y humana. Poco después de llegar a esta Ciudad, en 1943, fue invitado a visitar el Hospital Psiquiátrico Padre Jofré, y quedó sobrecogido de la presencia de los enfermos allí acogidos; y desde aquel momento se ha dedicado medio siglo a prepararles festivales, conciertos, competiciones deportivas, cuando él dijo que lo que más necesitan los allí acogidos son «médicos, música y sonrisa», lo que les proporcionaba con encuentros de fútbol, excursiones y sesiones teatrales. En el colegio salesiano San Antonio Abad organizó los «Torneos nacionales de fútbol sala para hospitales psiquiátricos y disminuidos psíquicos». Hasta consiguió organizar un partido entre los enfermos del psiquiátrico San Juan de Alicante y la selección argentina de fútbol, con la presencia del propio Maradona.

Su humanidad ha estado presente en ayuda de quienes tenían algún conflicto. En 1957, estuvo atendiendo a los damnificados por el desbordamiento del Turia, y con la presencia de numerosos vecinos de Nazaret presidió un lanzamiento de flores al mar, en recuerdo de quienes habían perecido con ocasión de la trágica riada. El Ministerio de la Presidencia le reconoció por escrito -y así se recoge en esta publicación- las indicaciones que remitió a Galicia cuando se produjo la catástrofe del «Prestige» y que nuestro paisano orientó con la idea de introducir unos imanes para solventar el problema.

Sus condecoraciones son cuantiosas en reconocimiento a su generosa actividad: tiene la medalla de San Felipe Neri, la de la gratitud del Ayuntamiento de Valencia por su acción tras la riada del 57, Premio Nacional de Colaboración Humana, Mención Honorífica de Europa a la Humanidad, Medalla de Tierra Santa, de agradecimiento de la Cruz Roja, Bunyol d´Or, Operador Ejemplar y otras varias.

El texto dado a conocer en Villena en torno a este hombre ejemplar va acompañado de numerosas fotografías, en las que aparece con personajes como Nino Bravo, Maradona, Manolo Escobar, grupos juveniles que congregó en sus festivales, el premio internacional «The Lane Bryant» y otros grabados.

Un hombre, pues, que junto a su profesión laboral ha dedicado horas, días y años a los demás, bien colaborando con entidades generosas, bien realizando piezas -como la ya citada motocicleta del bombero- siempre pensando en hacer el bien. No conviene dejarlo en el olvido.