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Luces y sombras en el Cabanyal-Canyamelar

Hace nueve años este periódico me pidió que escribiera un artículo sobre la Semana Santa Marinera y cómo se veía afectada por el bloqueo al que el PP sometía al barrio del Cabanyal, con el objeto de forzar que se aceptara su Plan de Prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez. Casi ha pasado una década desde aquel artículo y aunque se advierten cambios, también siguen persistiendo problemas que corren el peligro de convertirse en estructurales.

Siempre he defendido que más allá del debate sobre la religiosidad popular de la Semana Santa Marinera, y sus diferencias con la de otras localidades que la hacen única, lo cierto es que se trata de la fiesta grande de los Poblados Marítimos, como las fallas para el resto de la ciudad o los Moros y Cristianos en Alcoi. Es un baremo para tomar el pulso al barrio desde diversos ángulos que van desde lo económico, el mantenimiento y limpieza de las calles, hasta el más evidentemente social.

Un factor determinante es el cambio de Gobierno. La llegada a la alcaldía de Joan Ribó, poniendo fin a 24 años de gobierno absoluto de Rita Barberá y el PP, es sin duda la noticia más importante para el barrio, que se convirtió, gracias a Salvem el Cabanyal en símbolo de la resistencia y de la derrota de Barberá.

Así, con la marcha de la alcaldesa, quedó enterrada cualquier pretensión de volver a poner encima de la mesa el PEPRI del Cabanyal-Canyamelar, con su propuesta urbanística de partir en dos el barrio, prolongando la Avenida Blasco Ibáñez. El PEPRI, que como dijimos desde Esquerra Unida era nulo, suponía un expolio contra el patrimonio y por ello fue paralizado por orden del Ministerio de Cultura. La importancia de recordar el Plan de prolongar Blasco Ibáñez no es baladí, ya que sobre ella han pivotado todos los debates políticos sobre el Cabanyal-Canyamelar, así como el compromiso de anularlo que tuvimos desde el principio EUPV, Compromis y el PSPV.

Por ello, es coherente que el nuevo alcalde centre en la retirada de dicho PEPRI y sus consecuencias positivas para el barrio, su saluda en el libro de la Junta mayor de la Semana Santa Marinera, recordando donde está el origen de todos los males que asolan al barrio, y que como ya dije en 2007, a punto ha estado de llevarse por delante la que es su fiesta de interés turístico nacional: desde la ubicación de muchos locales de las Cofradías hasta los propios recorridos, que se iban acortando año tras año por la degradación imparable del barrio impuesta por Rita Barberá.

Por eso, no es tranquilizador comprobar como el barrio, sigue paralizado, con calles sucias y con una inquietante ausencia de alumbrado en varias de ellas, convirtiéndose en auténticos puntos negros. Estos días, en los que miles de personas visitaran el barrio, deben de servir al equipo de gobierno para tomar nota de cómo se encuentra el barrio y cual es la proyección exterior que se transmite. La situación es urgente y no admite ya más esperas.

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